Oro azul: El motivo de guerra para el próximo siglo

Me referiré en esta ocasión al oro azul como recurso natural: el agua, debido al alto valor que mantiene actualmente y su similitud al mismo oro. Dicho por expertos superará en un futuro al mismo petróleo, es, además, un líquido vital con el que contamos en los hogares y que con el simple hecho de abrir la llave en casa se puede contar con él, dado ello es importante entender sus problemas.


El consumo mundial va en ascenso y el ritmo de su uso va aumentando gradualmente debido al crecimiento de la población, y si bien se expone que el agua puede ser finita, se ha visto que el recurso no ha sido impedimento para que las grandes industrias prosperen, incluso los países que demandan el líquido, debido a que no son autosuficientes hidricamente hablando, optan por traer grandes cantidades del recurso de países exportadores, pues solo así, tendrán acceso total a él. Dada la necesidad de consumo y carencia de algunos países, se hacen planteamientos gubernamentales estratégicos para que en lugar de privatizarla esté al alcance de todos y no solo de unos cuantos.


Se ha visto que el recurso es totalmente un negocio, y lo más importante a señalar es que con dinero fluye el agua. Las grandes industrias son las que presionan a los gobiernos a que den solución o implementen nuevas estrategias, de tal forma que ellas no se vean afectadas por pérdidas millonarias.

Sin embargo, tanto para investigadores, científicos y expertos en el tema, aún no hay una conclusión exacta en los varios debates que han expuesto y traído a la mesa, pero se cree que el tiempo de vida del oro azul dependerá de varias estrategias que van desde una correcta inversión, tanto pública como privada, incluso la educación ambiental en la sociedad respecto el uso correcto del líquido, entre otras. Lo que se puede vislumbrar es que, si no se ponen en marcha estrategias efectivas, entonces estamos dirigiéndonos a una guerra por el preciado oro azul.


Como lo indica la ONU en sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, -siendo una meta en la agenda 2030-, el objetivo 6 señala agua limpia y saneamiento. Sin embargo, lo más impactante es que en pleno siglo XXI existe un gran número de muertes por falta de agua limpia. Por otro lado, el cambio climático aumenta tras la demanda del recurso a nivel mundial. Esto es una clara muestra de que es necesario observar estos objetivos y ponerlos en práctica en todo el mundo antes de que se esté en el escenario de una posible guerra. Por ejemplo, el caso del Rey de Hussein de Jordania, él mencionó que un motivo por el cual iría a la guerra contra Israel sería por el agua, debido a que el caudal del río Jordán se encuentra bajo control israelí, es decir, es una lucha por un recurso escaso en esa zona.


Por consiguiente, el escenario ya se vislumbra caótico y que, de vivir una guerra, puede ocasionar distintos problemas a nivel mundial, uno de ellos muy importante es al momento de realizar comercio mundial con una posibilidad de que los países exportadores tendrán una ventaja competitiva grande, ya que al verse presionados por los importadores  pueden  dejar de suministrarles y poner precio al producto o decidir primero el bienestar de su propio territorio, dejando a un lado aquellos que aunque cuenten con el recurso monetario, éste no será el suficiente para obtener el recurso natural, si bien es comentado que quienes pueden pagar actualmente por el oro azul tienen pleno acceso a él y por ende fluye en sus empresas, ya no será posible tal situación en un futuro.


Se sabe que las empresas multinacionales presionan a todos los gobiernos para que implementen nuevas estrategias, reglas y leyes a su favor, en pocas palabras, también se sabe que es para identificar a los países que cuentan con una excelente posición respecto el recurso natural y entonces acercarse a ellos y obtener un beneficio negociando. Tan importante es el tema internacional que el control de los recursos hídricos será de algunos pocos y esto recaerá en futuros problemas para quienes son fuertes importadores del recurso. 


México se encuentra en una posición no tan favorecedora, ya que el país ocupa el quinto lugar que consumen más agua en el mundo y un segundo lugar a nivel mundial que importa grandes cantidades de agua para cubrir la demanda en las diversas actividades que va desde la agricultura hasta las industrias más importantes del país, por consecuencia podemos tener graves problemas si no se realizan acciones que contrarresten o sea un tema prioritario para el gobierno.


Actualmente, el abastecimiento de agua se da por tres vías: la red de servicio público, la compra de agua embotellada (desde los 325 mililitros hasta los garrafones de 20 litros) y las pipas (camiones cisterna que suelen contener 10.000 litros). (Paullier, 2015).


México tiene una disponibilidad de 0.1% del total del agua dulce del planeta, y su distribución es desigual, por lo que mucho del país está catalogado como zona semidesértica. En la clasificación mundial, México está considerado como un país con baja disponibilidad. (Maguey, 2018).


La tarea en la Ciudad de México ahora será actuar y no solo ser un espectador ante la necesidad tan enorme de cuidar un recurso natural que para todos es indispensable y sin tal se puede caer en algunas situaciones caóticas ya conocidas. A continuación, se identifica que en el sector hídrico se necesita una inversión adicional de 314,150 millones de pesos (mdp) para 2018-2024. Algunos de los rubros son:


• 12,000 en proyectos de inversión pública.

• 2,000 para administración del agua de forma moderna, descentralizada y sustentable.

• 50,000 para tratamiento de aguas residuales.

• 5,000 para investigación y desarrollo (I+D).  (Solís,2019).


La inversión que se ha llevado a cabo tanto en presas, sistemas de drenaje y acueductos en la Ciudad de México solo ponen en evidencia que en el sector público solo debate el tema sin dar una respuesta efectiva. Por ejemplo, aumentar el porcentaje del PIB dirigido a una inversión hídrica, con conocimiento previo se sabe que urge cubrir una demanda a nivel regional. O realizar una inversión adecuada para el sector agrícola y mejorar sus prácticas al momento de la siembra. Este último ejemplo no se expresa como una sugerencia, sino una probable obligación de que se reduzcan las importaciones de agua. Incluso buscar la innovación adecuada para que la producción de frutas y verduras no se vea afectada en las exportaciones.


La Ciudad de México y en el Estado de México tienen una meta a gran escala, de posponer el tema puede agravarse porque se estima que en pocos años ya no contemos con el agua indispensable, simplemente para poder vivir, sin incluir las grandes industrias y el sector agrícola.


La agricultura y ganadería son los sectores que más agua utilizan y los que más la desperdician. Según la Conagua, 57% del total utilizado, se desperdicia principalmente por infraestructuras de riego ineficiente, que se encuentra en mal estado, es obsoleta o tiene fugas. (Soto, 2020).


La contaminación de los cuerpos acuíferos representa un problema adicional al desperdicio y poca disponibilidad, y se genera cuando se descargan aguas residuales sin tratamiento y sin importar su origen, ya sea de tipo doméstico, industrial, agrícola o minero. Para 2010, más de 70% de los cuerpos de agua de México estaba contaminado, resaltando las del Valle de México. (Maguey, 2018).


Contemplar la inversión pública y privada juntas se convierte en una situación muy compleja para algunos, pero se debe proceder con la vista puesta en que un trabajo colaborativo siempre va a sumar dando excelentes resultados y no solo problemas.


El oro azul como vemos es un elemento tan importante y muy valioso que de no realizar una correcta inversión: privada y pública, puede encaminarse a una guerra en nuestra propia ciudad. Por otro lado, si se tiene un buen uso tecnológico, se puede aminorar el riesgo de pérdida del líquido vital y poder tener oportunidades de comercializar adecuadamente desde nuestra propia ciudad, así y ser proveedores en nuestro propio país, obteniendo una autosuficiencia hídrica que es el punto final al que debemos mirar.


Bien, pareciera que lo dicho anteriormente va en una dirección que se planea para la disponibilidad del oro azul en la Ciudad de México, por lo que la iniciativa que se tiene es aumentar la participación del sector público y privado, de tal forma que juntas puedan cubrir la necesidad y demanda hídrica actual.


El abordaje del tema permite identificar las debilidades con las que cuenta la Ciudad de México, y que, de no organizar un plan de emergencia con acciones efectivas para corregir malas prácticas hechas tanto por el gobierno, empresas y personas, entonces el panorama que se vislumbra en un futuro puede afectar en sumo grado a todos.


En este punto, la discusión a tratar es que el impacto del comercio del líquido vital ya es un problema, tanto que tiene una deficiencia social enorme, una inversión escasa y una muy importante urgencia de implementar nuevas tecnologías para no estar recurriendo al exterior. Entonces alcanzar la autosuficiencia hídrica en la Ciudad de México prevé la disminución o en su peor caso que no contemos con él, tal como los expertos han hablado una y otra vez.


La guerra que se puede vislumbrar en el futuro con respecto al líquido vital, en la ciudad, puede tornarse un poco abrumadora y se hace un llamado a la conciencia en el gobierno para que realicen un plan de emergencia, previendo toda esta situación que, de no poner manos a la obra, se puede complicar aún más en tan solo la Ciudad de México, sin incluir todo el país.


En el futuro, quienes introduzcan tecnologías adecuadas para la Ciudad de México serán quienes pueden convertirse en principales proveedores del oro azul, y entonces brindar innovación y tecnología, que se logre resultados adecuados para atraer inversión, que cabe señalar falta aún bastante.


Si se implementan las nuevas tecnologías, aun cuando se tiene claro que se requiere de una fuerte inversión, estas ayudarán a brindar una mejor calidad, distribución a la Ciudad de México que se sabe carece de todo esto en sumo grado.


Tal vez sea adecuado usar algunas tecnologías como la reutilización de agua de lluvia conocida como captación de agua, duchas eficientes, algunos grifos inteligentes, cisternas eficientes, incluso con la caja del inodoro, electrodomésticos eficientes, y la reutilización de aguas grises, estas últimas no están contaminadas con restos fecales o de comida, sino que son las que se han utilizado en la ducha, los grifos, incluso en las lavadoras, entre otras.


Se prevé que en 2050 la demanda global de agua crezca más de 40 por ciento, y que al menos una cuarta parte de la población del planeta viva una escasez crónica de líquido potable, de ahí, explica en entrevista Federico Padilla Sierra, Director Técnico y Performance Municipal de Veolia, la necesidad de utilizar el agua de una manera distinta a como se ha hecho. “Este tema ha obligado a la industria hídrica a evolucionar y, sobre todo, a conocer e innovar en nuevos procedimientos sobre la potabilización.” (Mejía, 2019).

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