Arancel compensatorio a los tomates mexicanos

Si los aranceles impuestos por el presidente de los EE.UU., Donald Trump, durante el presente año han causado serios problemas a exportadores mexicanos de industrias como la automotriz, el acero y el aluminio, entre otros, ahora se suman los aranceles compensatorios a las exportaciones de productos agrícolas como el tomate mexicano hacia este país. Esto a pesar de que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) los exenta de aranceles por ser totalmente obtenidos en la región y por estos otros motivos como:


  • La calidad de los tomates mexicanos es superior a la de EE.UU., y otros países.
  • México ha sido el principal proveedor por casi tres décadas.
  • Los productores internos no pueden cubrir la demanda local ni en un 50%.
  • La cercanía de nuestro país favorece un transporte rápido hacia este país en comparación de otros grandes exportadores de tomate.
  • México tiene una capacidad de producción continua. Esto significa que nuestro país, por sus condiciones climáticas y de producción en diferentes regiones, puede abastecer tomates durante todo el año, siendo su principal temporada el periodo enero a junio de cada año y destacando el Estado de Sinaloa.
  • Los productores mexicanos han trabajado para cumplir con las normas fitosanitarias que se deben ser cubiertas en los EE. UU para proteger la vida y la salud. 


Muchos pueden pensar que la imposición de aranceles en EE.UU. al tomate obedece a las nuevas políticas del presidente de este país como una medida de seguridad nacional; sin embargo, estos aranceles son el resultado de una disputa que han tenido los productores de tomate de los EE.UU. con los productores de México desde el año de 1996, en donde el argumento principal de los productores de este país son prácticas de competencia desleal, también conocidas como “dumping”.


La historia de esta disputa comenzó en el año 1996, cuando productores de tomate de los EE. UU., y principalmente del estado de Florida, pidieron a sus autoridades de comercio imponer aranceles compensatorios a México, por considerar que el precio ofrecido por los productores estaba por debajo de los costos de producción. Como resultado de las negociaciones, se creó un acuerdo de suspensión de aranceles compensatorios con la condición de que los productores mexicanos se ajustaran a ciertas condiciones, evitando así precios por debajo del costo. Este acuerdo estuvo vigente por casi tres décadas con diversas renegociaciones, donde los productores mexicanos afirman un cabal cumplimiento de los acuerdos.


Sin embargo, en el presente año, y posiblemente aprovechando la guerra comercial iniciada por el poder ejecutivo, las autoridades de comercio de los EE.UU. ponen fin al acuerdo comentado, imponiendo un arancel compensatorio de 17.09% a las importaciones de tomate procedente de México, situación que repercute en los exportadores mexicanos que por más de 30 años han destinado a ese país el 98% de su producción exportable.


Aunado a lo anterior, analistas opinan que otro motivo para pedir estas medidas compensatorias es el aumento del costo de la tierra en estados como Florida, donde los propietarios, productores de tomate, han optado vender sus tierras a desarrolladores inmobiliarios.


¿Qué repercusiones tiene la imposición de estos aranceles para los EE.UU?

Incrementar los aranceles con fines compensatorios puede tener diversas repercusiones, iniciando por una protección en favor de los productores internos, aumento de costos y una posible diversificación de mercados.


Protección en favor de productores de los EE. UU.

Los productores de tomate en los EE. UU. deben estar atentos para incrementar su producción y sus ventas con precios, cuyos costos ahora los favorecen por estar protegidos a través de aranceles compensatorios y, en un corto tiempo, incrementar sus niveles de producción a fin de ganar mercado a su competencia que principalmente está en México o conformarse con las ventas que actualmente tienen, pero con precios, en su criterio, más justos.


Actualmente, los productores de tomate de los EE. UU. no alcanzan a cubrir la demanda para su consumo interno, por lo que los consumidores deben recurrir a la importación, siendo México el principal proveedor y donde las estadísticas muestran que dos de cada tres tomates consumidos por este país provienen de México.


Aumento de costos de producción.

Si los productores de los EE.UU. no alcanzan a cubrir la demanda de su país y los consumidores, aún y con impuestos compensatorios deben importar este producto de México, el pago de un arancel compensatorio del 17.09% solo creará un proceso inflacionario que los consumidores finales deben absorber. A través de la historia, México es preferido por los consumidores en este país por las razones que hemos detallado anteriormente.


Búsqueda de nuevos proveedores

Además de un alza de precios de productos elaborados con tomate fresco, si los productores de los EE.UU. no aprovechan esta oportunidad de subir sus niveles de producción para cubrir la demanda interna, los consumidores pueden verificar si además de México existen otros productores de tomate en el mundo. Un ejemplo de proveedores en América de tomate fresco son Canadá, República Dominicana y Guatemala, quienes a la fecha no tienen la capacidad para cubrir la demanda de este país.


¿Y las repercusiones para México?

Para México la repercusión obvia de la imposición de aranceles compensatorios es la reducción de sus ventas de exportación, viéndose obligado a producir menos, ocupar menos mano de obra y en reducir la contratación de una cadena de operadores logísticos que por décadas se han dedicado a esta actividad, siendo los principales de ellos, transportistas, almacenes, distribuidores y agentes aduanales entre otros.


Acciones del gobierno mexicano

Como un apoyo a productores mexicanos y en especial a los trabajadores del campo, la Secretaría de Economía en conjunto con la Secretaría de Desarrollo Rural publicaron en agosto del 2025 un decreto para establecer que cualquier exportador mexicano de tomate fresco debe declarar un precio mínimo de exportación, fomentando así una competencia interna leal y evitando nuevas investigaciones de dumping por parte de otros países o bloques comerciales en el mundo, sumando esta acción a la ya impuesta por los EE. UU. para evitar la competencia desleal de algunos productores. 


Alternativa legal

México, al ser parte del T-MEC, puede optar por un mecanismo de solución de controversias del capítulo 10, el cual incluye la creación de paneles binacionales independientes para revisar las resoluciones de las autoridades de comercio de los EE.UU., siendo un resumen de los pasos:


  • Solicitar la revisión de la resolución por la que se han impuestos los aranceles antidumping.
  • Creación de un panel binacional con expertos que sean independientes.
  • Evaluación por parte del panel de expertos.
  • Decisiones vinculantes. La decisión tomada por el panel debe ser acatada en forma obligatoria.


El motivo por el que México no ha optado por iniciar un panel binacional se puede deber al tiempo que toma estos procesos y porque, a lo largo de la historia, las resoluciones en otros temas no le han sido favorables. Un ejemplo de ello es la resolución desfavorable al panel por la importación de maíz genéticamente modificado solicitado por México, con el argumento de no haber presentado evidencia científica sobre la restricción solicitada.  


A partir de la entrada en vigor los aranceles compensatorios impuestos por EE.UU. al tomate mexicano, los productores deben verificar que si sus niveles de exportación hacia este país disminuyen deben crear alternativas a fin de continuar con sus exportaciones hacia otros países con demanda de este producto, recordando que México tiene firmado diversos tratados o acuerdos de libre comercio con mas de 50 países, en donde a la fecha no existen aranceles compensatorios y el tomate mexicano ingresa libre de aranceles por ser un producto considerado en las reglas de origen como “totalmente obtenido de la región”.


Finalmente, los exportadores mexicanos aún y cuando exporten a países diferentes de los EE.UU. ahora deben ajustarse a los precios de referencia que fueron publicados en el Diario Oficial de la Federación el 8 de agosto del presente año.

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