Mucho se ha dicho sobre la necesidad que tiene México de diversificar su comercio exterior para ya no depender tanto de un solo mercado, que en este caso es nuestro vecino del norte: Estados Unidos. En alguna ocasión escuché en una conferencia que era nuestro mercado natural, pero eso no quiere decir, en una humilde opinión, que tenga que ser la única opción, sino ¿para qué tenemos tantos Tratados Internacionales en materia comercial con otros países? Y no nada más eso, descubriremos que en el caso concreto de Rusia tenemos muchos más, pero antes que nada vamos a ver quién es quién en el Comercio Internacional y qué lugar ocupan ambos países en el mundo. ¿Les parece bien? Comencemos por México:
Los Estados Unidos Mexicanos se encuentra en América del Norte, su capital y ciudad más poblada es Ciudad de México. Es una república representativa, democrática, federal y laica compuesta por 32 entidades federativas y posee un territorio de 1,964,375 kilómetros cuadrados, siendo el décimo tercer país más extenso del orbe y el tercero más grande de América Latina. Hace frontera en el norte con Estados Unidos y en el sur con Guatemala y Belice. Contamos con más de 11,000 mil kilómetros de costa, lo que facilita la logística con Asia y Europa, siendo un puente natural entre esas regiones del mundo y no se diga entre Norteamérica con Centroamérica y Sudamérica.
Es el décimo país más poblado del mundo con una población estimada de 130 millones de habitantes, quienes en su mayoría tienen como lengua materna el español, aunque existen más de 200 lenguas indígenas propias de México como lo son el náhuatl y el maya principalmente. Esto nos convierte en una Nación pluricultural y en uno de los 10 países con mayor diversidad lingüística.
En términos turísticos, según la Organización Mundial del Turismo (en lo sucesivo “OMT”), México es el principal destino turístico de América Latina y el tercero más visitado en el mundo durante el año 2020. No es poca cosa si tomamos en cuenta que en ese año explotó la pandemia del Covid-19. Pero lejos de ello, tomemos en consideración que nuestro país tiene 34 sitios culturales o naturales que son considerados por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) como Patrimonio de la Humanidad y en este sentido, ocupamos el primer lugar en el continente americano.
En términos macroeconómicos, por Producto Interno Bruto (PIB) somos la decimocuarta economía mundial y la undécima por paridad del poder adquisitivo (PPA) y en escala regional somos la segunda economía de América Latina y la cuarta en el Continente Americano, con un desarrollo humano alto de 0.779, ocupando el lugar número 74 en el mundo.
Poseemos una gran variedad de climas, lo que nos convierte en un país mega diverso; hogar del 12% de la biodiversidad mundial, albergando a más de 12,000 especies endémicas.
En cuanto a Comercio Exterior, tenemos una gran cantidad de Tratados de Libre Comercio y Acuerdos de Complementación Económica que engloban a más de 50 países y hablo de los más conocidos pues en ediciones pasadas hablamos sobre el Convenio Comercial entre México y China del cual poco o casi nada se sabe y ahora que trataremos el tema de las relaciones comerciales con Rusia, en verdad nos vamos a sorprender.
Entre los principales productos que exportamos, tenemos a los siguientes:
En esta lista se encuentran también el tequila, el azúcar de caña y las zarzamoras, de acuerdo con datos del Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), lo cual coloca a México como el principal país exportador del sector agroalimentario del mundo en productos como cerveza, tomate, chiles y pimientos, además de sandía, pepino, limón, aguacate, cebolla, tequila y papaya, entre otros, según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER).
Nuestros principales destinos de exportación son Estados Unidos, Canadá, Brasil, Colombia, España, Alemania y China, de acuerdo con información del Trade & Logistics Innovation Center. De igual manera, cabe señalar que nos encontramos en la lista de los 10 principales exportadores del mundo.
Ahora bien, los principales productos que México importa son los siguientes:
Ahora conozcamos a Rusia, formalmente, la Federación Rusa, el cual es el país más extenso del mundo con una superficie de 17,098,242 kilómetros cuadrados, equivalente a la novena parte de la tierra firme del planeta y con gran variedad de relieve y de ecosistemas, teniendo como capital a Moscú.
Es una república semiparlamentaria formada por 85 sujetos federales. Es el noveno país con mayor población en el mundo al tener más de 146 millones de habitantes. Ocupa toda Asia del Norte y alrededor del 40% de Europa (principalmente Europa Oriental), por lo que es un país transcontinental con 11 zonas horarias.
Rusia además tiene las mayores reservas de recursos energéticos y minerales del mundo sin explotar y es considerada la mayor superpotencia energética. Posee las mayores reservas de recursos forestales y la cuarta parte del agua dulce sin congelar del mundo.
Es el país que limita con mayor número de países, dando un total de 16 y el que tiene las fronteras más extensas. Limita con los siguientes países (empezando por el noroeste y siguiendo el sentido antihorario): Noruega, Finlandia, Estonia, Letonia, Bielorrusia, Lituania, Polonia, Ucrania, Georgia, Azerbaiyán, Kazajistán, China, Mongolia y Corea del Norte. Por su parte, tiene límites de aguas territoriales con varios de los anteriores, así como con Japón y con los Estados Unidos (en concreto, con el estado de Alaska), limita también con los estados de reconocimiento limitado Abjasia, Osetia del Sur y la Unión de Repúblicas Populares (Nueva Rusia). Las costas de Rusia están bañadas por el océano Ártico, el norte del océano Pacífico y mares interiores como el Báltico, el Negro y el Caspio.
Rusia ha tenido poder y mucha influencia en el mundo, primero, en la época del Imperio ruso, después como el país dominante de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)— el primero y el más grande de los estados socialistas constitucionalmente establecidos y una superpotencia reconocida como tal y actualmente como la Federación de Rusia.
Tiene una larga tradición de calidad en todos los aspectos de las artes y de las ciencias. La Federación Rusa se fundó en 1991 al disolverse la URSS y es reconocida como la heredera de la personalidad legal de esta.
Entre sus fortalezas podemos encontrar las siguientes:
Entre los principales productos que exporta Rusia encontramos los siguientes:
Por lo que respecta a los principales productos que importa este coloso, están:
Derivado de lo anterior, pasemos a ver las relaciones que tienen ambos países:
1.- Son de las economías más grandes del mundo, ambos están en el listado de las 15 más grandes.
2.- Son miembros de mecanismos internacionales de gobernanza económica y comercial como el G20, APEC y la OMC.
3.- Rusia es el cuadragésimo sexto inversionista en México a nivel mundial y el primero entre los países de Europa Central y Oriental, según la Embajada de México en la Federación Rusa.
4.- En su intercambio comercial, según datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, entre enero y septiembre de 2018, el comercio bilateral ascendió a 2,214 millones de dólares.
5.- Las exportaciones mexicanas a Rusia alcanzaron 674 millones de dólares, mientras que las importaciones procedentes de Rusia fueron de 1,540 millones de dólares.
6.- El superávit ruso con México en los primeros 8 meses del año alcanzó los 868 millones de dólares, según la embajada mexicana.
7.- La inversión extranjera directa acumulada de Rusia en México entre 1999 y junio de 2018 se destinó principalmente a la minería (55,9%), transportes, correos y almacenamiento (25,6%) y a los servicios de alojamiento temporal (14,9%).
Teniendo presente todo esto, la pregunta es ¿por qué no tenemos un comercio exterior más formal con Rusia?
Si pensábamos que no tenemos Tratados Internacionales en materias comercial y anexas con el gigante transcontinental estamos en un gran error y aquí solamente quiero hacer mención de cinco, a saber:
1.- Convenio comercial entre los Estados Unidos Mexicanos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y Protocolo sobre suministros de maquinaria y equipo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas a los Estados Unidos Mexicanos, mejor conocido como el Convenio Comercial entre los Estados Unidos Mexicanos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
2.- Convenio de cooperación económica y tecnológica entre los gobiernos de los Estados Unidos Mexicanos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
3.- Convenio de cooperación técnica y científica entre el gobierno de los Estados Unidos Mexicanos y el gobierno de la Federación de Rusia.
4.- Acuerdo entre el gobierno de los Estados Unidos Mexicanos y el gobierno de la Federación de Rusia en cooperación y asistencia aduanera mutua.
5.- Convenio de transporte marítimo entre el gobierno de los Estados Unidos Mexicanos y el gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Ahora, teniendo todos estos tratados celebrados con Rusia, ¿por qué no los hemos aprovechado? Antes de todo esto, ustedes me preguntarán ¿siguen vigentes? No olvidemos que los mismos, a excepción del citado en el numeral 4, fueron celebrados entre México y la Unión Soviética mas no Rusia. La respuesta la encontramos en la Nota 11/ugp del 13 de enero de 1992, donde la Federación de Rusia informa que continúa con el ejercicio de los derechos y cumplimiento de las obligaciones derivadas de los acuerdos internacionales firmados por la URSS y para entender esto hagamos un poco de historia:
La URSS fue un Estado Federal de repúblicas socialistas que existió entre 1922 y 1991. La Revolución de febrero de 1917 provocó la caída del Imperio Ruso y tuvo como sucesor al Gobierno Provisional Ruso que fue derrocado por la Revolución de octubre, estableciéndose el Gobierno de los bolcheviques denominado “Sovnarkom”, desencadenándose así una guerra civil ganada de nueva cuenta por los bolcheviques partidarios de la Unión Soviética y es como en diciembre de 1922 se crea la citada Unión con la fusión de la República Socialista Federativa de Rusia, la República Socialista Soviética de Transcaucasia, la República Socialista Soviética de Ucrania y la República Socialista Soviética de Bielorrusia.
Tras el deceso de Vladimir Ilich Uliánov (Lenin) en 1924, Iósif Vissariónovich Dzhugashvili (Stalin) acabó ganando la lucha por el poder y dirigió al país a través de un proceso de industrialización a gran escala, con una economía centralizada y una extrema represión política. Para junio de 1941 en plena segunda guerra mundial, fueron invadidos por la Alemania nazi junto a sus aliados, violando así el Pacto Ribbentrop-Mólotov que era un pacto de no agresión; esto provocó una emersión victoriosa de la Unión Soviética como una de las dos superpotencias del mundo junto con Estados Unidos y representó la ruina de Hitler y su régimen.
Es entonces cuando la Unión Soviética y sus Estados aliados de Europa Oriental, denominados Bloque del Este, estuvieron involucrados en la Guerra Fría, que fue prolongada por la lucha ideológica y política mundial contra Estados Unidos y sus aliados del Bloque del Oeste, dominando ambos países la agenda global de la política económica, asuntos exteriores, operaciones militares, intercambio cultural, progresos científicos, asuntos exteriores, operaciones militares, intercambio cultural, progresos científicos incluyendo la carrera de la exploración del espacio ultraterrestre y deportes.
A finales de la década de los ochenta, el último líder soviético, Mijaíl Gorbachov, trató de reformar al Estado con sus políticas de la perestroika y glásnost pero a final la URSS fue disuelta formalmente en diciembre de 1991, tras el fallido golpe de Estado de agosto y luego de esto la Federación de Rusia asumió sus derechos y obligaciones, a través de la referida Nota 11/ugp, del 13 de enero de 1992, donde la citada Federación Rusa informó que continúa con el ejercicio de los derechos y cumplimiento de las obligaciones derivadas de los acuerdos internacionales firmados por la URSS, entonces Rusia Tratado en los que la antigua Unión Soviética fue una de las partes y tiene los mismos derechos y obligaciones que la antigua Unión Soviética, excepto en la medida que los ajustes se requieran necesariamente como por ejemplo, el cambio en la extensión territorial, pero reitero, la Federación de Rusia continúa la personalidad jurídica de la ex Unión Soviética y por lo tanto no es un Estado sucesor en el sentido recién mencionado ya que las otras ex repúblicas soviéticas son los Estados sucesores.
Última página del tratado por medio del cual se crea la Unión Soviética
Así pues, una vez que conocemos y sabemos que Rusia asumió los compromisos adquiridos por la URSS, pero también podrá ejercer los derechos que esta adquirió en razón de los Tratados Internacionales por ella celebrados, nos queda clara la vigencia de los cinco convenios que mencioné con antelación que, de una interpretación armónica de los mismos, rescatamos los puntos más importantes:
1.- Se reconoce que México, como país en vías de desarrollo, reconoce mutuamente con Rusia la existencia de condiciones favorables económicas y comerciales entre ambos, expresando así su propósito de fomentar activamente el incremento del intercambio comercial, así como de utilizar nuevas formas de relaciones económicas y comerciales, incluyendo intercambios tecnológicos en beneficio de los dos países.
2.- Se reconoce ilimitadamente el trato de nación más favorecida con el propósito de promover y facilitar su intercambio comercial en todo lo que concierne a derechos aduaneros, impuestos y cargas de cualquier clase que gravan la importación y la exportación o la exportación en relación con la importación. Recordemos que en ese momento México no formaba parte del GATT, antecedente de la OMC; en consecuencia, no tenía cabida en nuestra Legislación Positiva el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1947 pero sí en la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, en cuyos artículos 18 y 19 podemos encontrar un antecedente de preferencias arancelarias las cuales no son obligatoriamente recíprocas para los países en desarrollo:
“ARTÍCULO 18.- Los países desarrollados deben aplicar, mejorar y ampliar el sistema de preferencias arancelarias generalizadas, no recíprocas y no discriminatorias, a los países en desarrollo de conformidad con las conclusiones convenidas pertinentes y decisiones pertinentes aprobadas al respecto dentro del marco de las organizaciones internacionales competentes. Así mismo, los países desarrollados deben estudiar seriamente la posibilidad de adoptar otras medidas diferenciales, en las esferas en que ello sea factible y apropiado y de manera que se dé a los países en desarrollo un trato especial y más favorable a fin de satisfacer sus necesidades en materia de comercio y desarrollo. En sus relaciones económicas internacionales los países desarrollados tratarán de evitar toda medida que tenga un efecto negativo sobre el desarrollo de las economías nacionales de los países en desarrollo y que haya sido promovido por las preferencias arancelarias generalizadas y por otras medidas diferenciales generalmente convenidas en su favor.” (Énfasis añadido).
“ARTÍCULO 19.- Con el propósito de acelerar el crecimiento económico de los países en desarrollo y cerrar la brecha económica entre países desarrollados y países en desarrollo, los países desarrollados deberán conceder un trato preferencial generalizado, SIN RECIPRODICAD y SIN DISCRIMINACIÓN, a los países en desarrollo en aquellas esferas de la cooperación internacional en que sea factible.” (Énfasis añadido).
Como se puede apreciar, de acuerdo al Principio General de Derecho Internacional Ius Cogens, es así como México mantiene protegido su Comercio Exterior, pero sin mantenerse alejado del mundo o de la globalización si queremos quitarle a esta palabra la acepción puramente económica y nos basamos ya a una relación más seria y jurídicamente mejor regulada entre los Estados.
Por otra parte, todos los impuestos o cargas internas de cualquier clase que gravan los bienes importados o en relación con la importación, reglamentos sobre la aplicación de gravámenes internos a bienes de exportación, amén de que todas las leyes, reglamentos y requisitos relativos a la venta interna, oferta para la venta, compra, distribución o uso de artículos importados y reglamentos respecto a los pagos y cambios sobre el exterior lo cual se puede modernizar, es decir, si México de verdad quiere diversificar su mercado y llegar a nuevos lares, aprovechemos los Tratados que tenemos celebrados en la materia y actualicémoslos, el comercio exterior no es nada más hacia el Norte y con un solo país que ya está a nada de dejar de ser la primer potencia mundial y en consecuencia el mercado más importante y grande del planeta.
3.- Otra cosa que me llama la atención es que se establece que ninguna prohibición o restricción que se establezca a través de cuotas, licencias de importación o exportación o cualesquiera otras medidas, será puesta en vigor o mantenida por alguna de las Partes Contratantes sobre la importación de cualquier producto del territorio de la otra Parte Contratante o sobre la exportación de cualquier producto destinado al territorio de la otra Parte Contratante salvo que tal prohibición o restricción sea también aplicada a terceros países, no siendo esto aplicable a las prohibiciones o restricciones, que se utilicen con el fin de proteger la posición financiera exterior y balanza de pagos, que como podemos ver se desmitifica la satanización con el perdón de la expresión de proteger a la economía e industria nacional y como siempre lo he dicho, hay países con los que se puede tener libre comercio y otros con los que no, por lo que debemos de ser muy cuidadosos para saber ¿con quién sí aplicaremos desgravaciones arancelarias para todo nuestro sector productivo? A efecto de que no se vea afectada la Economía Mexicana, además no olvidemos que en ese entonces México gozaba de altísimas tasas de crecimiento económico de entre el 6% y el 8% al año, tasas que actualmente posee y presume orgulloso una China que ha dejado de ser una Nación empobrecida para buscar un lugar como superpotencia y si bien es cierto ellos también juegan y saben mover muy bien sus fichas en el libre comercio, todo fue a través de un proceso y no se llevó una apertura expedita e irresponsable como en nuestro país sucedió lamentablemente, que en dos sexenios se quiso hacer lo que a China o Vietnam les costó 30 años, por eso vemos otra Historia por lo que al comercio exterior se refiere en el Sudeste Asiático y México en lo particular y América Latina en lo general.
4.- Así mismo se establece que los productos importados, estarán destinados únicamente al uso o consumo del país importador, lo cual veo como una limitante, pues aquí México bien puede aprovechar el aprender de la tecnología rusa, máxime si ese país eslavo tiene el mayor número de egresados en ingeniería en el mundo y no quedarnos nada más en transformar y reparar, con todo respeto para el Programa IMMEX, pero éste también debe de evolucionar.
5.- Ambos países auspiciarán recíprocamente la realización de ferias y exposiciones comerciales organizadas en el territorio de cada una de ellas y por iniciativa de cualesquiera, así como el compromiso de promover y organizar misiones comerciales, reconociéndose LA EXENCIÓN del pago de aranceles por lo que a esas muestras comerciales se refieren OJO mucha atención aquí porque para nada debemos confundir la palabra “muestras” con la acepción que le da la Regla 3.1.2 de las Reglas Generales de Comercio Exterior vigentes y ya si desean quedarse definitivamente en México pues simple y llanamente que se haga el cambio de régimen de importación temporal a importación definitiva, reitero, teniendo cuidado ¿qué sectores productivos van o no entrar al juego de la desgravación arancelaria? Que, en mi humilde punto de vista, podemos apoyarnos perfectamente con los artículos 18 y 19 de la referida Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados.
6.- Por lo que se refiere al Convenio comercial entre los Estados Unidos Mexicanos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y Protocolo sobre suministros de maquinaria y equipo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas a los Estados Unidos Mexicanos, se reconoce que será VÁLIDO POR 3 AÑOS a partir de la fecha en que entre en vigor PERO podrá hacerse EXTENSIVO por periodos adicionales iguales SALVO que las partes manifiesten lo contrario y el detalle está en que NADA DE ESO HA SUCEDIDO, EN CONSECUENCIA, este Tratado que, si se me permite, es la base y a la vez la columna vertebral del Comercio Exterior entre México y Rusia ¿por qué no lo modernizamos y además le sacamos mayor provecho? Ya con la experiencia que hemos ganado como país y tener así garantía de fuentes de empleo para tanta gente que ha estudiado Comercio Internacional, Relaciones Internacionales, Derecho o carreras afines que tengan que ver con el tema, no podemos dejar pasar esta oportunidad, creo que ha sido suficiente de que México sea un simple espectador del progreso mundial para ser ya un protagonista, este coloso que es nuestro país, necesita quitarse las cadenas que no le han permitido avanzar y sacar a relucir todo su potencial y, enfatizo, si tenemos el marco jurídico ¿qué estamos esperando para aprovecharlo?, ¿o acaso el Derecho no nace precisamente para regular las actividades individuales y colectivas para ejercer derechos y asumir obligaciones para cumplirlas?
En relación con el párrafo inmediato anterior, si la economía rusa es mixta y no propiamente de libre mercado, otra vez estamos ante la traba del artículo 32.10 del T-MEC en donde se le prohíbe a los Estados Parte, celebrar Tratados Internacionales en materia comercial con países de esta clase, el camino ya lo sabemos, MODERNIZAR ESTE TRATADO, porque si lo dejamos sin efectos y celebramos uno nuevo, entonces ahí sí estamos violando el referido T-MEC y las consecuencias serán graves para el desarrollo económico de nuestro país, luego entonces alternativas para diversificar el comercio exterior las hay, es cuestión de que sepamos hacerlo y reitero, somos un Pueblo trabajador, ingenioso y lo que nos hace falta es conocer lo que tenemos y sobre todo sinergia pues a nadie de los mexicanos nos conviene estar divididos, eso se los aseguro con hechos históricos que nos lo han demostrado, ¿qué nos dejó el caótico Siglo XIX? Precisamente por esas divisiones palurdas, una de las consecuencias más graves fue la pérdida de los territorios de la Alta California, Nuevo México y Texas con la firma del Tratado Guadalupe-Hidalgo, en vez de suministrar todas nuestras fuerzas y concentrarnos en sacar adelante a nuestro país, que nació empobrecido por 11 años de lucha por su independencia y además porque el modelo económico que se nos heredó de la Colonia, no fomentaba para nada la industrialización y la inventiva y el pasado no se puede regresar pero sí podemos cambiar nuestro futuro, trabajando hoy.
7.- Con el propósito de realizar la cooperación entre las Partes, convienen entre otras cosas en elaborar estudios y proyectos para suministrar tecnología, diseños y equipos para la instalación o ampliación de plantas industriales ¿se imaginan la maravillosa sinergia que harían el gigante transcontinental y el coloso azteca? Nuestro ingenio con su tecnología y así al haber este intercambio podemos ampliar licencias para el desarrollo de procedimientos técnicos o perfeccionamiento de las ya existentes, tomando como una palanca para esta conjunción de fuerzas necesaria la capacitación y no se diga la inversión en los rubros de ciencia y tecnología, que se otorguen becas para estudiar en Rusia con la condicionante de que esa gente que se va, regrese para aplicar en beneficio de nuestro país lo aprendido y que lo desarrollemos o mejoremos, además de que es importantísimo que se dé a conocer el estudio del idioma ruso en nuestro país, que mucho tiempo se le tuvo olvidado lamentablemente por la Guerra Fría, pero ahora que ésta ha terminado y que vivimos un mundo completamente diferente al de hace 3 o 4 décadas podemos darle un nuevo giro al desarrollo del comercio exterior de México y cambiar nuestra Historia para bien.
Concluyo con la siguiente reflexión “quien no conoce su Historia está condenado a repetirla”, del filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruíz de Santayana y Borrás y es que, si no conocemos los errores que hemos cometido, por supuesto que nuestro destino será cometerlos otra vez y a contrario sensu, si conocemos las hazañas que hicimos en el pasado, eso además de aumentar nuestra autoestima como Pueblo y sociedad, nos incentivará para trabajar por un país mejor. Mucho se ha dicho que es necesario la diversificación de nuestro comercio exterior, pero poco se habla de ¿cómo hacerlo? Y alternativas las hay, es cuestión de analizarlas para modernizarlas y que estén a la altura del presente Siglo para que sean provechosas para nuestro país y esto debe de hacerse ahora, no en 2, 3, 5 años o más, nuestro futuro es hoy por la simple y sencilla razón de que nuestro futuro no está escrito, el mismo será el resultado de lo que forjemos en el presente y si países han puesto el ejemplo de resurgir de las cenizas como el ave fénix como es el caso de China y de la propia Rusia, aprendamos de ellos y rompamos las cadenas que tienen subyugado a este coloso llamado México, queremos que BRICS cambie su nombre a BRIMCS y deseamos ser protagonistas del éxito mundial.
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