Estados Unidos y China, una competencia comercial en tiempos actuales

En el mes de febrero del año corriente, se tuvo noticia de la conversación que sostuvieron los Presidentes de Estados Unidos Joe Biden y Xi Jinping de China, de lo trascendido sobre dicha conversación, se anunció que hubo puntos de contacto entre ambos mandatarios, sin embargo, al mismo tiempo se dieron a conocer diversas diferencias y puntos de fricción en temas económicos, comerciales, de seguridad y soberanía de ambas naciones.

 

De acuerdo con la BBC se indica que el presidente Biden subrayó preocupaciones fundamentales sobre las prácticas económicas coercitivas e injustas de Pekín, la represión en Hong Kong, los abusos de los derechos humanos en Xinjiang y las acciones cada vez más autoritarias en la región, incluso hacia Taiwán, por su parte, el líder Chino manifestó que esperaba de los Estados Unidos mayor cooperación y cautela en temas relacionados con Taiwán, Hong Kong y Xinjiang, pues se comentó que se tratan de asuntos de soberanía e integridad territorial de China.

 

El tema comentado en el presente artículo no es menor, debido a que se tratan de las naciones con mayor peso económico a nivel internacional y, desde luego, sus puntos en controversia económicos afectan en mayor o menor grado las relaciones comerciales no solamente de aquellos Estados sino también de otros países.

 

En términos generales puede señalarse que, entre los puntos económicos y comerciales en conflicto que sostienen ambos países, se tienen a saber:

 

Por parte de los Estados Unidos, se argumenta que China:

 

  • Ha implementado políticas comerciales y económicas que distorsionan el libre comercio, por ejemplo, tratándose de precios de sus productos para impulsar sus exportaciones.

 

  • Igualmente se refiere que el país asiático, ha utilizado su moneda para favorecer su comercio exterior.

 

  • Problemas en temas de propiedad intelectual, ya que se aduce que no existe respeto del país asiático en temas relacionados con: patentes, marcas, diseños industriales, denominaciones de origen, etc.

 

  • Puntos de fricción en la transferencia de tecnología, habida cuenta que se menciona que el país asiático, suele copiar la tecnología de productos occidentales en su beneficio.

 

  • La existencia de subvenciones que el Gobierno de China concede a diversas empresas de aquel país, y por medio de las cuales se tratan de impulsar las exportaciones de sus bienes.

 

Con relación al Gobierno Chino, el mismo ha manifestado, lo siguiente:

 

  • Los Estados Unidos, han adoptado diversos tipos de aranceles a productos chinos sin existir un adecuado sustento para los mismos.

 

  • Que la nación estadounidense se abstenga de seguir imponiendo aranceles a los bienes asiáticos en el futuro.

 

  • Que las medidas comerciales que adopten los Estados Unidos, vayan en consonancia con la oferta y demanda de las mercancías en mercados abiertos.

 

  • Los acuerdos comerciales que se adopten, no perjudiquen los intereses de la nación asiática.

 

Cabe hacer notar que a finales del año 2019 Estados Unidos y China anunciaron la suscripción de un acuerdo para evitar la imposición de aranceles por miles de millones de dólares en productos de ambos países, sin embargo, y debido a la crisis de la pandemia que azotó al mundo el año pasado, diversos efectos de este acuerdo quedaron postergados.

 

De acuerdo con Liber Abaci, las tensiones entre las dos potencias han sido el resultado de la caída económica del gigante americano, lo cual se refleja en el aumento del desempleo y el déficit fiscal; la apuesta de China de ser líder en las principales industrias y su objetivo de expansión económica, que amenaza con un cambio en el orden internacional, y el envejecimiento e incapacidad de los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para solucionar estas controversias. Asimismo, indica que la apertura económica ha llevado a que todos los países quieran exportar sus bienes y servicios hacia el gigante estadounidense, como en el caso de China, que en el 2018 exportó US$539,9 billones, el 20% del total de sus exportaciones, contra US$120 billones que importó de este país, que representan, a su vez, el 11%. Esta situación deja a Estados Unidos con un déficit comercial difícil de reducir, pero con una buena posición para negociar. Como afirma Derek Scissors, economista jefe de China Beige Book: China enfrentaría problemas más grandes. Hay más sustitutos para la oferta china que para la demanda estadounidense. Lo anterior tiene aún más peso al entender que la mayoría de los bienes que exporta Estados Unidos son productos terminados, mientras importa materias primas y productos intermedios, lo cual le permite tener una industria y un sector terciario bien desarrollados. Ahora bien, las tensiones entre Washington y Pekín se han intensificado por la apuesta de este a una economía planificada 4.0, la cual se enfoca en inversiones a industrias como inteligencia artificial, farmacéutica, automotriz, aeronáutica, náutica y trenes de alta velocidad.

 

Entre los temas que pueden destacar de la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, se pueden observar las siguientes cuestiones:

 

  • El incremento de los aranceles genera que los productos estadounidenses que para su fabricación utilizan materiales o insumos originarios de China y viceversa, tales productos podrían encarecer sus costos, lo cual eleva el precio final de los bienes a los consumidores.

 

  • Los productores estadounidenses y chinos, a fin de evitar los aranceles mutuamente impuestos y a fin de evitar la elevación de costos de sus productos, podrían optar por dejar de utilizar proveedores de cualquiera de ambos países, buscando otras opciones en los mercados internacionales, es decir, buscar nuevas alternativas.

 

  • La imposibilidad de colocar productos chinos en el mercado estadounidense y viceversa, obligaría a ambos países a encontrar nuevos mercados en donde poder posicionar sus bienes, habida cuenta de los aranceles que se están imponiendo mutuamente.

 

Lo antes expuesto podría vincularse con el planteamiento del Banco BBVA,  que indica que el interés del Gobierno de China por impulsar la Asociación Económica Integral Regional (RCEP) entre otros objetivos busca: a) Mejorar los vínculos económicos que existen entre los países miembros de dicho tratado y extender los efectos positivos del crecimiento económico de China a las economías de la región mediante el comercio internacional, a fin de impulsar la recuperación económica tras la pandemia; b) Que este acuerdo comercial fortalecerá la sincronización de la cadena de suministro entre los miembros regionales, que se vio interrumpida por la reciente epidemia del Covid-19 y la crisis comercial entre China y EE. UU.; c) La reubicación de la cadena de suministro de los sectores que requieren mano de obra intensiva de China a otros países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) es también un objetivo de la RCEP, y d) La RCEP, implicaría una estrategia de china para contrarrestar la crisis comercial en curso con EE. UU. y la postura unilateralista estadounidense.

  • Un tema álgido de esta crisis, de relaciones comerciales entre los Estados Unidos y China, ha involucrado a empresas muy poderosas como Huawei, a la cual el Gobierno de los Estados Unidos introdujo en la “Entity List”, es decir, dentro de una lista de empresas con las que las empresas estadounidenses tienen prohibido realizar negocios. Igualmente cabe destacar que, a principios de este año, el Gobierno de los Estados Unidos también incluyó en la lista a la empresa Xiaomi.
  • En este contexto, un fenómeno que ha surgido recientemente, es la preocupación por parte de diversos inversionistas extranjeros en China, los cuales ponderan la permanencia de sus recursos en aquél país. 

 

De acuerdo con Europa Press, el 13% de las empresas estadounidenses con presencia en China han abandonado el país o planean hacerlo, después del recrudecimiento de la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo, que llevó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a ordenar a las compañías norteamericanas que buscasen alternativas al gigante asiático y trasladasen sus fábricas de vuelta a EEUU. Según un informe del Consejo Empresarial Chino Estadounidense, del que forman parte más de 200 empresas, incluidas multinacionales como Apple, Amazon, The Walt Disney Company o Walmart, solo el 3% de las empresas estadounidenses que operan en China retornarán a EEUU, mientras que un 10% abandonará total o parcialmente el gigante asiático para trasladarse a otro país.


  • A propósito de este tema, nos parece importante señalar que en el Economista se señaló recientemente que los fabricantes de productos electrónicos tales como Foxconn y Pegatron con sede en Taiwan, están entre las firmas que buscan nuevas fábricas en México, atendiendo al hecho de la existencia de la guerra comercial y el brote del Covid-19, lo cuales han incitado a las empresas a reexaminar las cadenas globales de suministro.

 

Atendiendo a lo señalado en la noticia de referencia, se advierte que en el caso y tal y como se ha comentado en el presente artículo, tanto el virus Covid-19, así como la guerra comercial de los Estados Unidos y China, como se ha visto, están afectando la adecuada continuidad de las cadenas de producción de las mercancías a nivel internacional, razones que han orillado a que diversas empresas asiáticas busquen nuevas alternativas para la producción de sus mercancías, ello atendiendo a que tratan de que sus productos sean ajenos a la imposición de aranceles, o bien sean objeto de otro tipo de regulaciones y restricciones no arancelarias. Las razones anteriores denotan la preocupación de las empresas por contar con un entorno de producción seguro y tranquilo, que les permita continuar trabajando sin tener que enfrentar guerras comerciales, lo cual, a nuestro modo de ver, puede cambiar el destino de diversas inversiones extranjeras hacia nuevos territorios, que no habían sido contemplados anteriormente.

 

 

Si bien una guerra comercial, nunca podrá ser vista como una buena noticia, y lo mejor sería contar con un marco comercial de paz, seguridad y eficiencia a nivel mundial, resulta importante destacar que México, podría ser elegido como un destino adecuado para la recepción de nuevos capitales y empresas que pudieren encontrar en nuestro país, un lugar óptimo para su desarrollo industrial y comercial, pero, ello dependerá de que se pueda cimentar, un marco atractivo para atraer dichas inversiones, lo cual podría resultar benéfico, para la economía de nuestra nación y más en los tiempos actuales.

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