Impacto de los vehículos chinos en América del Norte

El crecimiento del mercado de vehículos chinos en México ha sido exponencial, nuestro país tuvo una experiencia hace aproximadamente diez años con una marca llamada Faw, que quedó en la anécdota, pues no parecía confiable y los vehículos daban la impresión de ser de una calidad cuestionable, por lo que no logró consolidarse en nuestro mercado y desapareció en muy poco tiempo.


Esa situación ha cambiado radicalmente con lo que vemos en la actualidad, en su mayoría las marcas chinas actuales presentan diseños estilizados, con aditamentos de calidad, en algunos casos con trabajos con niveles de vehículos de alta gama y tecnología de punta, los hay de combustión interna, híbridos, híbridos enchufables y eléctricos y se anuncian con precios accesibles y, por citar un ejemplo, en el mercado de autos eléctricos ha trascendido que Build Your Dreams (BYD) supera en ventas mundiales y producción a Tesla.


Adicionalmente, de acuerdo con la Revista Motor Pasión México: “Parte de las sorpresas más grandes vienen por parte de BMW, que a México envía su iX3, la versión eléctrica del X3, desde China”; es decir, no solo hablamos de vehículos fabricados por armadoras de aquel país, si no inclusive, de marcas de alta gama que fabrican algunos modelos en China.


En el caso de México podemos atribuir la presencia de estos vehículos de una forma notoria debido a que los vehículos chinos resultan confiables para el consumidor mexicano y su precio es competitivo en comparación con las marcas tradicionales de Estados Unidos de América, Europa, Japón o Corea.


Por otra parte, para los fabricantes chinos, si bien México resulta ser un mercado relativamente pequeño, representa uno de sus mejores clientes en Latinoamérica y, a su vez, es la puerta de acceso al mercado de América del Norte; adicionalmente, de acuerdo a la Asociación de Autos de Pasajeros de China, dicho país reporta un crecimiento en la exportación de vehículos eléctricos durante 2023 y una baja en la venta de autos basados en energías limpias en China, como se muestra en las gráficas siguientes:

Lo anterior nos lleva a la reflexión de que existe una alta producción en el país asiático, lo que se traduce en exportaciones a Europa y América de una gran cantidad de vehículos, dado que su calidad y precios resultan muy atractivos para los consumidores.

 

En Europa, las autoridades comerciales ven con suspicacia los precios de estos vehículos, en particular de los eléctricos, si bien China cuenta con yacimientos importantes de metales necesarios para la fabricación de las baterías para este tipo de autos y cuentan con el desarrollo tecnológico para erigirse como un país de vanguardia en la fabricación de vehículos eléctricos, lo cierto es que en Europa se presume que la fabricación de algunos de estos autos pudiera estar involucrada con prácticas desleales de comercio internacional, subvenciones en particular, lo cual nos pueda hacer pensar que, en el continente europeo luego de un análisis exhaustivo, pudieran implementar medidas para contrarrestar dichas prácticas. No dudemos que en el caso de Estados Unidos de América pronto escuchemos posicionamientos alineados a la postura de las autoridades de la Unión Europea.

 

Es un hecho que la venta de vehículos eléctricos ha venido creciendo, siendo el principal beneficiado China, tal como se muestra en la gráfica siguiente:

Nearshoring y vehículos chinos


Con el boom del nearshoring en nuestro país, ha trascendido la aparente intención de armadoras chinas no solo de vender los autos en nuestro país, sino también para establecer plantas en México y estar en posibilidades de ingresar al mercado norteamericano aprovechando la localización estratégica de sus plantas de producción, pues de acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la ganancia potencial para América Latina y el Caribe de las oportunidades del nearshoring y friendshoring en el corto y mediano plazos pueden representar un aumento de hasta 78,000 millones de dólares, siendo México uno de los países que se percibe como más beneficiado.


Sobre este punto vale la pena mencionar que, si bien el nearshoring es una gran oportunidad, también es un reto, pues, de no brindar condiciones como normatividad, uso de energías limpias, seguridad para la cadena de suministro, entre otros, esta oportunidad será aprovechada por otras naciones, no perdamos de vista el crecimiento de Vietnam en el continente asiático.


Indudablemente, el potencial de México de trascender del nearshoring al friendshoring es muy amplio, entendiendo este último concepto como la relocalización de operaciones de empresas que comparten, además de fronteras, una cadena de suministro resiliente y robusta, amparada bajo un Tratado de Libre Comercio, como el T-MEC; al respecto, habrá que esperar los reacomodos políticos tanto en México, como en EUA debido a que ambos países transitarán por un año de comicios presidenciales; si bien, para nuestro país el ambiente empresarial se ve optimista ante los beneficios de la relocalización de operaciones, se percibe una sensación de cautela, pues el escenario político es un factor que determinará decisiones estratégicas muy distintas, dependiendo de las opciones políticas que obtengan la presidencia en ambos países.


Operaciones de comercio exterior y T-MEC


Resulta relevante lo que establece el T-MEC en cuanto a la producción de vehículos, no parece un escenario fácil de transitar para las fábricas chinas, por citar un ejemplo, de acuerdo a voanews.com, que cita como fuente a la Agencia France Presse: “El fabricante de automóviles alemán Volkswagen dijo el miércoles que a varios de sus modelos se les había negado la entrada a Estados Unidos, después de que se supo que un componente fabricado en China podría haber violado las leyes laborales.”, esta restricción bien podría replicarse en un escenario en el que las potenciales armadoras chinas se instalen en nuestro país y algunas autopartes provengan de regiones que se encuentren identificadas por el gobierno de EUA que atentan contra leyes laborales o, en general, contra el espíritu del T-MEC.


Adicionalmente, no podemos pasar por alto que las reglas de origen para vehículos fabricados en la región son muy estrictas y que no se vislumbra que las autoridades comerciales norteamericanas permitirán que los autos chinos se fabriquen en la región y aprovechen los beneficios del Tratado de manera ventajosa, nuestro socio comercial tampoco estará abiertos a que esos vehículos se vendan fácilmente en su mercado.


No olvidemos que en los próximos períodos presidenciales tanto en México como EUA se hará una revisión del T-MEC, no dudemos que un tema que se abordará será la fabricación y distribución de autos chinos en la región T-MEC, de este tema aún hay mucha historia por contar.


Guerra Comercial EUA y China y Seguridad


Otro tema relevante lo destaca Global Alliance Solutions LLC, en relación a lo referido por la Secretaría de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, quien advirtió que los vehículos eléctricos fabricados en China representan significativos riesgos para la seguridad nacional, mientras la administración Biden considera imponer tarifas adicionales a los autos de dicho país, así como una medida separada para proteger la información personal de los estadounidenses.


Raimondo señaló que los vehículos eléctricos y autónomos recopilan una gran cantidad de información sobre el conductor, la ubicación del vehículo y su entorno, planteando la pregunta de si es conveniente que todos esos datos terminen en Beijing. En un escenario en el que el Partido Republicano se quede con la Presidencia en Estados Unidos, el escenario para los fabricantes chinos pinta aún más restrictivo.


Otro aspecto que resulta importante resaltar es lo acontecido a finales del año pasado, donde el Sindicato más relevante en la industria automotriz inició una huelga que afectó por varias semanas a las armadoras tradicionales en Estados Unidos y que ha implicado un golpe a su producción.


Adicionalmente, las referidas armadoras han manejado un perfil muy discreto en cuanto la investigación, desarrollo y venta de vehículos eléctricos, e inclusive han hecho anuncios que refieren una pausa o disminución de acciones para el desarrollo de vehículos eléctricos, situación opuesta lo que hoy en día hacen empresas como BYD ofreciendo una gama cada vez más amplia de productos para el mercado mexicano, lo cual, en principio, suena muy atractivo.


Resulta válido preguntarnos si es que hay una sobre oferta de autos chinos debido a sus volúmenes de producción o bien, podría tratarse de una distorsión artificial del mercado en el continente americano, lo que le daría mucho sentido a la postura cauta por parte de las autoridades comerciales de la Unión Europea, en relación al boom en la venta de vehículos chinos en la Unión Europea.


Aún hay historia por desarrollarse y acomodos que se irán dando en el corto y mediano plazo, lo que resulta evidente es que las armadoras chinas están invadiendo el mercado mexicano con una gran variedad de productos que compiten en calidad y precio con las marcas tradicionales y que, en el caso particular de autos eléctricos, los chinos gozan de una gran ventaja al ser los principales extractores de los minerales básicos para la fabricación de baterías para estos autos; en principio parece que China está avanzando vertiginosamente para convertirse en el principal fabricante de autos eléctricos; habrá que ver las acciones que se toman en la región T-MEC, pues hay una gran experiencia y mano de obra calificada en la industria automotriz, lo cual se puede aprovechar para el desarrollo consolidado de la industria de vehículos eléctricos, fortaleciendo a la región T-MEC, generando sinergias, aprovechando las bondades del Tratado y el mercado de nuestra región.

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