El TCP está clasificado como una verdad matemática, que en resumen es una proposición universal y necesaria y que, a su vez no es un juicio analítico. ¿Qué significa esto? En palabras simples: que es algo que se acepta como cierto sin necesidad de análisis, solamente por el hecho de “ser”. Pero no analizaremos a fondo el origen filosófico de esta acepción sino solo aceptarlo para el estudio de este documento, tal como sabemos que 2×2 = 4 o que la Tierra no es el centro del universo.

 

Hasta este punto, y con la información contenida en este documento, podemos decir que el TCP es una verdad matemática, cuya definición fue obtenida a través del razonamiento lógico matemático, y que puede tener hasta dos soluciones dentro del campo de los números reales debido a que cuenta con dos raíces (potencia = 2), además que es factible para obtener soluciones de problemas de dos dimensiones.

 

La raíz etimológica de la logística (Perspectiva etimológica)

 

Cuando escuchamos una palabra, a veces nueva, que simplemente no habíamos escuchado, o que nos refiere a algo de lo que no podemos deducir un significado, es común y casi instintivo que nos avoquemos a usar aquellas herramientas que conocemos hasta ese momento para determinar un posible significado del nuevo sonido que nos aqueja. Sin duda e inclusive en su versión digitalizada, la herramienta elegida es el diccionario.

 

El significado de la palabra logística de acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, [RAE, versión digital 2022] es el siguiente:

“Del lat. mediev. logisticus, y este del gr. λογιστικός logistikós
1. adj. Perteneciente o relativo a la logística.
2. f. Lógica que emplea el método y el simbolismo de las matemáticas.
3. f. Parte de la organización militar que atiende al movimiento y mantenimiento de las tropas en campaña.
4. f. Conjunto de medios y métodos necesarios para llevar a cabo la organización de una empresa o de un servicio, especialmente de distribución.”

 

Desde esta primera definición es posible comenzar a dudar porqué nos estamos acercando tan rápidamente a las matemáticas, si consideramos únicamente la segunda acepción. Pero es aquí también donde comienza nuestra aventura. Precisamente el mostrar cuatro posibles significados de la misma palabra nos da una idea de la riqueza de este concepto.

 

De todas estas definiciones y, considerando el plan trazado (mapa mental incluido en la introducción de este documento), es posible comenzar a buscar el origen de la logística de acuerdo con el punto de vista etimológico. Por lo que únicamente consideramos esta línea:

 

Del lat. mediev. logisticus, y este del gr. λογιστικός logistikós

La dualidad etimológica de la logística.

 

Gracias a la tecnología, en la actualidad gozamos de una fuente casi inagotable de recursos para buscar términos “simples”, para realizar nuestras tareas. Con cierta obviedad y gracias a los buscadores de internet, es fácil realizar una búsqueda con la pregunta: ¿Qué es la logística? Les mostraré porqué no ha sido tan simple. Atendiendo al conocimiento con que cuento, era de esperar que una raíz como gr. λογιστικός logistikós me remontara a tiempo de los griegos en la época de los grandes pensadores de primera instancia: Aristóteles, Sócrates, Platón y aquí agregaremos a uno recién descubierto: Arquitas de Tarento. Sin embargo, lo encontrado en los primeros intentos fue más bien inesperado.

 

La milicia y la logística

Tomando como referencia Google [Google, 2023] y este a su vez del sitio Oxford Languages [Oxford Languages, 2023] encontramos la siguiente definición:

 

“Logística: nombre femenino

1.Técnica militar que se ocupa del movimiento de los ejércitos, de su transporte y de su mantenimiento.”

 

Considerando únicamente su etimología, es común encontrar significados afines que implican el área militar, como este diccionario web en inglés de etimologías[Harper, 2020]:

 

“logística (n.) “arte de mover, acuartelar y suministrar tropas”, 1846, del francés (l’art) logistique “(arte) de acuartelar tropas”, que aparentemente proviene de logis “alojamiento” (del francés antiguo logeiz ” refugio para un ejército, campamento”, de loge; ver logia (n.)) + sufijo derivado del griego -istique (ver -istic). La forma en francés fue influenciada por logistique, de la fuente latina de logística inglesa.”

 

Inclusive algunas definiciones nos remontan mucho más cercano a los tiempos, mas no a los lugares esperados: De acuerdo con el sitio web de Clúster Logístic de Catalunya [Cluster Logistics, 2017], nos presenta tres posibles orígenes, dos de ellos pertenecientes a la milicia.

 

Proviene de la raíz griega Logis, que significa cálculo y del latín logística, término con el que se identificaba en épocas de la Antigua Roma al administrador o Intendente de los ejércitos del Imperio.

También menciona que se cree que esta palabra que procede del vocablo loger, de origen francés, el significado es habitar o alojar.

Asimismo, se hace referencia al Mayor General des Logis, miembro de un Estado Mayor, encargado del acomodo o acantonamiento de las tropas en las diferentes campañas.

 

Hasta este punto, las tres definiciones mostradas nos hablan de un ámbito militar en el que la logística puede haber tenido sus orígenes desde el origen mismo de la palabra.

 

Logística y Razonamiento Matemático

Tras una búsqueda un poco más ardua, finalmente apareció un nombre griego: Arquitas de Tarento, considerado padre de la mecánica y contemporáneo de Platón, que empleaba el término “logistike” para referirse a algo más que lo militar, el sitio web en italiano reporta lo siguiente:

 

“Arquitas, relatado por Estobeo, precisamente en este punto difiere su posición de la de Platón. Filolao había sostenido que la geometría es el arché y la metrópoli de otras disciplinas. Architas, por su parte, avanzó la tesis de que, en relación con Sophia, la logística es superior a otras technai.”

 

En este párrafo obtenido del sitio web Arachnion [Cambiano, 1996], que a su vez traduce de “Los Tratados Universales” escritos por Arquitas, Arquitas consideraba la ciencia de los números, a la que llamaba logistikē, como base de las ciencias y también destacaba su prioridad sobre la geometría. El mismo sitio autor, nos refiere a la que es nuestra siguiente referencia para nuestro estudio con el siguiente texto:

 

“Por lo general, basándose sobre todo en los textos platónicos y en la derivación del logismòs, a la logística se le atribuye el significado de técnica de cálculo con números naturales, a veces en contraposición a la aritmética como teoría general de los números.”

 

Aquí el autor italiano Giuseppe Cambiano, contrapone lo escrito por Arquitas con lo escrito por Platón, donde este último, en el Libro Séptimo de La Republica o Teeteto escribió [Platón, c. III a.C.]:

 

-“Pues si tal ocurre a la unidad – dije yo – ¿no les ocurrirá también lo mismo a todos los demás números?
– ¿Cómo no?
– Ahora bien, toda la logística y aritmética tienen por objeto el número.
– En efecto.
– Y así resultan aptas para conducir a la verdad.”

 

En ambos casos, tanto Platón como Arquitas hacen referencia a la palabra “logística” dentro de sus escritos. Hay que remarcar que, en ambos casos, no se refiere al sector económico – empresarial sino a una rama de las matemáticas puntualmente, el cálculo, donde el correcto razonamiento sobre los números nos puede llevar a la filosofía para preservar la paz social de acuerdo con Nicollo Licciardello en su Tesis [Licciardello, 1970].

 

Siendo la logística un concepto muy amplio, y refiriéndonos únicamente a las raíces previamente encontradas, es decir la definición militar o la definición matemática o cálculo, es necesario mencionar desde la perspectiva histórica, que encontramos muchísimas referencias, aunque no utilicemos dichos términos de manera explícita, sino más bien de una forma más tácita, implícita o sobreentendida.

 

El arte de la guerra y cómo abastecerla. 

Tomando como punto de partida la definición militar de la logística, es posible encontrarla ya en la literatura milenaria de muchos lugares y épocas. Tomemos tres ejemplos, comenzando por China del siglo V a.C., con el clásico libro de “El arte de la Guerra” [Sun Zhi, c. S V a.C.]:

 

“(A la guerra) Hay que valorarla en términos de cinco factores fundamentales, y hacer comparaciones entre diversas condiciones de los bandos rivales, con vistas a determinar el resultado de la esta…
El tiempo significa el Ying y el Yang, la noche y el día, el frío y el calor, días despejados o lluviosos, y el cambio de las estaciones.

 

El terreno implica las distancias, y hace referencia a dónde es fácil o difícil desplazarse, y si es campo abierto o lugares estrechos, y esto influencia las posibilidades de supervivencia.”

 

De acuerdo con este autor, es posible, a partir de cinco factores, identificar cuál puede ser el “momento oportuno” así como el “lugar idóneo” para realizar la batalla. También de ámbito militar, Plutarco consagró en su libro “Vidas Paralelas” [Plutarco c. S I a.C.] la estrategia de Alejandro Magno para vencer a Darío en la batalla de Gaugamela, donde con un ejército de apenas un quinto del tamaño del de Darío, Alejandro pudo vencerlo. Pero veamos cómo lo escribe el autor:

 

“…Componíase su ejército, según los que dicen menos, de treinta mil hombres de infantería y cinco mil de caballería, y los que más le dan hasta treinta y cuatro mil infantes y cuatro mil caballos; y para todo esto dice Aristóbulo que no tenía más fondos que setenta talentos, y Duris, que sólo contaba con víveres para treinta días; mas Onesícrito refiere que había tomado a crédito doscientos talentos…

 

…Alejandro, contento con que así le favoreciese la suerte para salirle a aquél al encuentro entre montañas, y Darío, para ver si podría recobrar su antiguo campamento y poner sus tropas fuera de garganta (paso estrecho entre montañas); porque ya entonces reconoció que, contra lo que le convenía, se había metido en lugares que por el mar, por las montañas y por el río Pínaro, que corre en medio, eran poco a propósito para la caballería y que le obligaban a tener divididas sus fuerzas: estando, por tanto, aquella posición muy en favor de los enemigos, que eran en tan corto número.”

 

Esta referencia nos comienza a acercar al concepto de logística que conocemos, no necesariamente militar, si consideramos únicamente los factores de los que habla, a través de conceptos como: los recursos humanos, no humanos, materiales, financieros, transportes, rutas y la optimización de estos en rango temporal, además de dar pie a una necesidad de planificación financiera y de la ejecución de esta, tal como la podríamos modelar en la actualidad. Remarquemos que hubo una decisión estratégica para la elección del lugar de ejecución de la batalla (el proceso), donde las montañas mismas fueron aprovechadas a favor del ejercito de Alejandro.

 

Como última referencia, nos moveremos en el tiempo a la época renacentista (siglo XV), donde Nicolás Maquiavelo en su libro El Príncipe [Maquiavelo, c. 1532] nos describe otras características a considerar para ejecutar una batalla:

 

“Y los cimientos indispensables a todos los Estados, nuevos, antiguos o mixtos, son las buenas leyes y las buenas tropas; y como aquéllas nada pueden donde faltan éstas (leyes t tropas), … Roma y Esparta se conservaron libres durante muchos siglos porque estaban armadas. Los suizos son muy libres porque disponen de armas propias. De las armas mercenarias de la antigüedad son un ejemplo los cartagineses, los cuales estuvieron a punto de ser sometidos por sus tropas mercenarias, después de la primera guerra con los romanos, a pesar de que los cartagineses tenían por jefes a sus mismos conciudadanos.”

 

Donde refiere a la necesidad de un marco regulatorio, y la composición y la organización de un ejército, de auxiliares que pueden apoyar a la buena ejecución de operaciones y de la supervisión de estos últimos recursos.

 

Contextualizando estos ejemplos, hay que tener en consideración dos puntos: El tiempo en que fue escrito: Siglo V a. C. y Siglo I a. C. y siglo XVI respectivamente, y la geografía que las separa: uno en la Antigua China, la Grecia Helenística y la Italia Renacentista. Sin embargo, lo que nos interesa es encontrar ideas convergentes que podamos identificar de estas tres referencias: Como se ha mencionado, se habla de una planificación y toma de decisiones estratégicas, y operativas, a partir de varios factores o entradas, que se deben organizar a través de un razonamiento estratégico,  se habla de recursos monetarios y financieros , se habla de lugares y momentos idóneos para la batalla, de auxiliares en los procesos para su ejecución, de organización del ejército y su supervisión, y de cómo puede afectar una mala decisión la ejecución de todo el proceso.

 

La logística nuestra de cada día. 

Con las referencias previas podemos comenzar a hacer una serie de inferencias y tratar de encontrar como es que podemos aplicar el trinomio cuadrado perfecto a la logística. Para ello necesitamos entender si esto es posible desde un punto muy básico, por ejemplo, nuestro hogar.

 

De la literatura que más recuerdo que me dejo una marca muy profunda debido a que mezclaba tanto la filosofía griega como a la vida diaria esta Sor Juana Inés de la Cruz. Buscando el ejemplo en su “Respuesta a Sor Filotea de la Cruz” [De La Cruz, 1691] he decidido extraer este fragmento:

 

“Pues ¿qué os pudiera contar, Señora, de los secretos naturales que he descubierto estando guisando? Veo que un huevo se une y fríe en la manteca o aceite y, por contrario, se despedaza en el almíbar; ver que para que el azúcar se conserve fluida basta echarle una muy mínima parte de agua en que haya estado membrillo u otra fruta agria; ver que la yema y clara de un mismo huevo son tan contrarias, que en los unos, que sirven para el azúcar, sirve cada una de por sí y juntos no. Por no cansaros con tales frialdades, que sólo refiero por daros entera noticia de mi natural y creo que os causará risa; pero, señora, ¿qué podemos saber las mujeres sino filosofías de cocina? Bien dijo Lupercio Leonardo, que bien se puede filosofar y aderezar la cena. Y yo suelo decir viendo estas cosillas: Si Aristóteles hubiera guisado, mucho más hubiera escrito.”

 

NOTA: El español antiguo aparecerá con algunos “errores ortográficos” respecto a las normas actuales. Por respeto a su autora, he decidido dejarlo en su versión original.

 

Analizando este párrafo, la autora hace referencia de a la ciencia y el conocimiento, mediante el razonamiento lógico, en ámbitos tan básicos como la cocina, Existen diferentes procesos tanto físicos y químicos , manipulación de cantidades (tensión superficial del azúcar disuelta en agua), densidades (clara vs yema o agua), pasos a seguir para verificar uno u otro “experimentos” (teoría de algoritmos, paso uno: usar azúcar con clara o paso dos: usar azúcar con yema) dando lugar a diferentes resultados. Además, también hay que recordar, que hasta ese momento (Siglo XVII), la filosofía y la matemática aún estaban íntimamente relacionados y se esperaba que a partir de las matemáticas se podría modelar “la sociedad ideal” (filosofía).

 

Siguiendo en esta línea y acercándonos a la actualidad, de acuerdo Pascal Lièvre, profesor universitario en Ciencias de la Gestión de la Universidad de Auvergne, Francia expone lo siguiente [Lièvre, 2007]:

 

“Usar las matemáticas para construir la lógica es el punto de partida de la teoría de los algoritmos, la secuencia de operaciones inequívocas que permitan estrictamente lograr siempre el mismo objetivo. Para dar un ejemplo En concreto, una receta de cocina puede considerarse como un algoritmo muy básico (parece que una receta de repostería tiene un carácter aún más algorítmico que una receta cocción en general, es decir hay que seguir con un gran rigor todos los elementos de la receta para triunfar. en realidad, al resultado deseado), pero todo un algoritmo igualmente. De hecho, si seguimos rigurosamente su camino, llegamos al plato deseado. Esta noción tendrá una considerable importancia ya que será el mecanismo de base del concepto de programa grabado que permitió el desarrollo de la Tecnología de la Información (TI). La logística es arte. Organizar un cálculo en etapas para lograr un objetivo [Ifrah, 1994, pág. 625], lo que algunos llamarán una lógica algorítmica.”

 

La referencia de este autor es un punto clave para la unificación de los términos del TCP a la aplicación logística. Hace referencia al pensamiento lógico y la teoría de los algoritmos, que no es otra cosa que la organización de las operaciones matemáticas básicas para la realización de modelos matemáticos complejos. Tanto la lógica, como la aritmética y el cálculo son los bloques elementales para la construcción e innovación de algoritmos (lo que denomina el equivalente a una receta de cocina) para la comprensión de un proceso ejecutable y que se desea usar de una forma repetitiva en muchos casos para obtener el mismo resultado. (Por ejemplo, una línea de producción que realiza una operación especifica).

 

Hasta este punto, quiero remarcar que hemos visto que desde el punto de vista militar existen diferentes factores (terreno, clima, cantidad de recursos, dinero, rutas, etc… ) que pueden afectar el resultado esperado (ganar la batalla) tras la ejecución de un proceso o transformación (ejecución de la batalla): sin embargo tanto los factores, como los resultados esperados no necesariamente están atadas a este ámbito militar: recursos de diferentes índoles como materiales, humanos o financieros, los tiempos, los lugares, las rutas y la organización de estos a través de operaciones u algoritmos, estratégica y operativamente seleccionados, a través del razonamiento lógico matemático (lógica de algoritmos), pueden ser encontrados en áreas tan diferentes como los ámbitos médico, educativo, social, empresarial, deportivo y hasta el del ocio.

 

De la organización de ideas (Perspectiva Sistémica)

Además de los “factores” (entradas) y resultados (salidas), es necesario entender que existe un proceso de ejecución o transformación que ocurre (proceso). Sin embargo, recordemos que, respecto a otra de las verdades matemáticas: El orden de los factores sí puede alterar el producto. Para evitar un resultado no esperado, es necesario, como ya se ha mencionado, organizar los procesos de una forma tal que ocurran los eventos de la forma esperada. A esto es a lo que llamamos el razonamiento algorítmico: Veamos un ejemplo.

 

Indulto imposible, ahorcarlo
Indulto, imposible ahorcarlo

 

Si bien contamos con la misma información (factores) (tres palabras y una coma), la posición de la coma puede o no salvar la vida del referido (resultado). Como dato curioso, si quieres buscar saber la importancia del orden y de las comas, basta hacer la búsqueda en un buscador de internet acerca de Sir Roger Casement [Nuño, 2019].

 

Volviendo a nuestro tema, en este caso sencillo podemos ver la importancia de la organización de los factores y cómo el resultado puede ser el esperado o no. A la correcta colocación de los factores, más que hablar de la gramática como su marco de referencia, es necesario hacer hincapié en la teoría de algoritmos.

De acuerdo al portal de internet de La Universidad Internacional de la Rioja [UNIR, 2022] :

 

“Un algoritmo es un conjunto de reglas definidas que permite solucionar un problema, de una determinada manera, mediante operaciones sistemáticas (no necesariamente ordenadas) y finitas. Estas instrucciones, definidas y ordenadas en función de los datos, resuelven el problema o la tarea.”

 

Así pues, en esta definición contamos con nuestros factores o reglas, tenemos nuestro resultado u objetivo, pero nos menciona que el proceso de transformación consiste en una “serie de instrucciones definidas y ordenadas”.

 

Del razonamiento matemático y como aplicarlo (modelos)

De la misma forma que en la sección anterior, para continuar con nuestro análisis en necesario buscar una definición de “razonamiento matemático”, la cual encontramos en el sitio web del Centro Europeo de Posgrado (CEUPE) [CHAVEZ, José] donde aparece expone lo siguiente:

 

“El razonamiento matemático es aquel tipo de razonamiento que utiliza números, fórmulas, símbolos y demás características matemáticas para resolver un problema o llegar a una conclusión.

 

Esta habilidad puede ser aplicada en muchos ámbitos de la vida, más allá del académico. Por ejemplo, en el campo de la informática, esta forma de razonamiento es esencial para desarrollar algoritmos y dar lugar a programas de software. En ingeniería, para realizar cálculos complejos y diseñar estructuras funcionales. En el sector financiero, para tomar decisiones acertadas de inversión. O en los negocios, para hacer proyecciones y análisis de mercado.”

 

De esta definición es imperativo remarcar la palabra “habilidad”, la cual implica que puede ser “desarrollada” hasta un grado de especialidad requerido. Se puede pensar que el ser humano razona correctamente, pero esto es totalmente falso, para ello basta con buscar en el área de psicología acerca de “sesgos cognitivos”, pero será material para otro ensayo.

 

Hasta el momento y de acuerdo con lo visto anteriormente podemos decir que un proceso es un conjunto de actividades, factores o entidades, mutuamente relacionadas que, al interactuar juntas, bajo reglas estipuladas y organizadas, convierten los elementos de entrada en resultados esperados.

 

De acuerdo con el portal NextForge [Next Forge, 2023] podemos modelarlo de la siguiente forma, el cual es una entre muchas posibles representaciones de mapas mentales:

Figura 4

Representación de un proceso básico (modelo mental)