¿Qué sostiene hoy a México? Pocas empresas formales, mucha economía invisible

Hoy, 64.3% de esas unidades económicas operan en la informalidad, un incremento respecto al 62.6% de 2018.

 

 

En 2023, México registró 5.4 millones de unidades económicas en el sector privado y paraestatal, con 27.9 millones de personas ocupadas. De ese total, más del 99% son MiPyMEs (micro, pequeñas y medianas empresas), el corazón visible de nuestra economía… pero con un músculo cada vez más informal.

 

Hoy, 64.3% de esas unidades operan en la informalidad, un incremento respecto al 62.6% de 2018. Y con ello, también crece el empleo informal, que ahora representa el 54.5% del total. Estamos frente a una economía que emplea masivamente fuera del sistema, pero que genera muy poco valor económico dentro de él.

 

Y aquí aparece la gran paradoja mexicana: la mayoría de las empresas son informales, pero el 96.4% del valor agregado censal bruto lo generan las empresas formales. ¿Qué nos dice eso? Que nuestra economía depende abrumadoramente de quienes pagan impuestos, cumplen normas y sostienen al Estado, mientras la informalidad crece como una alternativa de subsistencia, pero sin capacidad de construir país.

 

Las grandes empresas, aunque representan menos del 1% del total, aportan más del 54% del valor económico. Esto confirma una realidad estructural: el tamaño importa, pero también lo hace la formalización, la productividad y la visión de largo plazo.

 

La prohibición del outsourcing en 2021 logró que la subcontratación bajara del 15.2% al 1.6%. Sin embargo, muchas empresas medianas no estaban listas para asumir la carga completa de su nómina, lo que empujó a más trabajadores al sector informal o a la subocupación.

 

El crecimiento del comercio y la manufactura como principales aportantes al PIB muestra que aún existen sectores robustos, pero si los nuevos emprendimientos nacen y se mantienen en la informalidad, el potencial se desperdicia.

 

En México la mayoría trabaja desde la sombra, pero la riqueza nace bajo la luz de la formalidad. Necesitamos liderazgo empresarial que promueva la cultura de lo legal, lo sostenible y lo productivo. Formalizar no es una obligación: es una estrategia de supervivencia y crecimiento colectivo.

 

FUENTE: Octavio de la Torre de Stéffano
Presidente de Concanaco Servytur

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