La aprobación en la Cámara de Diputados de un ajuste al marco arancelario permitirá que la recaudación de impuestos al comercio exterior aumente de manera sustancial en 2026, como resultado de la aplicación de mayores aranceles a importaciones provenientes de China y de países con los que México no cuenta con tratados comerciales.
De acuerdo con la Ley de Ingresos de la Federación 2026, el Gobierno federal estima obtener 254,757 millones de pesos por concepto de impuestos al comercio exterior, lo que representa un incremento de 62% respecto a 2025, según las proyecciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
La reforma a la Ley Arancelaria, avalada en sesión nocturna por los legisladores, contempla cuotas que alcanzan hasta 50% para diversos productos, principalmente de origen asiático. En total, 1,463 fracciones arancelarias estarán sujetas a incrementos a partir de 2026, de las cuales 706 corresponden a la industria textil, 249 a hierro y acero, 94 al sector automotriz y 81 a productos plásticos, entre otros.
Gloria Rocío Estrada, presidenta de la Comisión Técnica de Comercio Exterior del Colegio de Contadores Públicos de México, explicó que este ajuste forma parte del Plan México, una estrategia orientada a la sustitución de importaciones, con el objetivo de fortalecer la política industrial y estimular la reactivación económica.
La especialista señaló que este enfoque busca que ciertos bienes actualmente importados comiencen a producirse en territorio nacional o se adquieran dentro de la región, privilegiando a los países con los que México mantiene acuerdos comerciales.
Reconfiguración del entorno comercial
Estrada añadió que el aumento en los aranceles también responde al nuevo contexto regional, marcado por las políticas comerciales de Estados Unidos y los aranceles impulsados por el presidente Donald Trump, lo que obliga a México a ajustar su estrategia comercial.
En este escenario, el incremento previsto en la recaudación para 2026 no solo se explicaría por los nuevos aranceles, sino también por un endurecimiento de la fiscalización en comercio exterior, anunciado previamente por las autoridades, así como por la reforma a la Ley Aduanera, aprobada en octubre, que establece mayores controles en las operaciones de importación y exportación.
La combinación de estos factores —reforma aduanera y alza arancelaria— permitirá fortalecer los ingresos tributarios vinculados al comercio exterior durante el próximo año, apuntó la especialista.
Como parte de esta estrategia, la autoridad fiscal informó que en 2026 se auditará a cerca de 3,000 contribuyentes del sector, lo que equivale aproximadamente al 2.5% del padrón total de comercio exterior.
Ajustes durante el proceso legislativo
Durante la discusión legislativa del Paquete Económico 2026, la iniciativa original enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum fue modificada de manera relevante. Los diputados realizaron cambios a 60% de la propuesta inicial, lo que derivó en una reducción de 28% en los aranceles originalmente planteados para 974 productos, incluyendo algunos textiles como los de lana.
Estrada precisó que, aunque el incremento arancelario ha sido interpretado como una medida dirigida principalmente a China y otras economías asiáticas, en realidad aplica de forma general a todos los países sin tratado comercial con México. Subrayó que naciones como Japón, Singapur, Vietnam y Malasia cuentan con acuerdos vigentes, por lo que no se ven afectadas por estas medidas.
En el caso de China —segundo mayor proveedor de México, después de Estados Unidos—, explicó que se llevaron a cabo negociaciones que permitieron moderar el alcance de los incrementos originalmente planteados, lo que derivó en los ajustes aprobados por el Congreso.
Tendencia al alza en la recaudación
Cabe destacar que durante 2025, la recaudación de impuestos a la importación ya muestra un crecimiento de 21% en términos reales, al alcanzar 141,608 millones de pesos, de acuerdo con datos de Hacienda. Este concepto se ha convertido en el impuesto con mayor crecimiento en el año, aunque representa apenas 3% del total de los ingresos tributarios federales.
La especialista atribuyó este desempeño a una mayor fiscalización, a una operación más eficiente de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) y al dinamismo de las exportaciones manufactureras.
“El crecimiento de las exportaciones implica también un aumento en las importaciones necesarias para producir, lo que naturalmente se traduce en una mayor recaudación”, concluyó.
FUENTE: STAFF