China promete más apertura en sectores clave y rechaza un trato preferencial en la OMC

China anunció este viernes que ampliará el acceso al mercado en sectores sensibles y no pedirá nuevos tratos preferenciales en la Organización Mundial del Comercio (OMC), en una declaración que refuerza su compromiso con una apertura de “alto nivel”. 

El ministro de Comercio, Wang Wentao, afirmó durante la rueda de prensa posterior a la clausura del pleno del Comité Central del Partido Comunista (PCCh) que el país “tomará la iniciativa para alinearse con reglas internacionales de alto estándar” y “seguirá abriendo el sector servicios, especialmente en telecomunicaciones, biotecnología, hospitales y educación”. 

Añadió que China “no buscará nuevos tratos especiales ni diferenciales en las actuales o futuras negociaciones de la OMC”, y defendió que la apertura económica “seguirá orientada a crear un entorno empresarial transparente, estable y predecible” para las empresas extranjeras. 

Wang sostuvo que el país “fue en el pasado seguidor en materia de apertura; ahora debe marcar el paso”, y recordó que en 2024 China fue “el principal socio comercial de más de 150 países y regiones”. 

El ministro afirmó que las “empresas foráneas en China no son invitadas, sino parte de la familia”, una expresión que utilizó para reforzar su mensaje de estabilidad regulatoria y confianza hacia la inversión extranjera.

Aunque el pleno no aprobó aún el nuevo plan quinquenal (2026–2030), los miembros del Partido presentes en la conferencia coincidieron en que las directrices adoptadas servirán de base para su redacción, orientando la política económica hacia la innovación tecnológica, la modernización industrial y el fortalecimiento del consumo interno.

El subdirector de la Oficina de Asuntos Financieros y Económicos del Comité Central, Han Wenxiu, indicó que lo que denominan como las “tres nuevas economías” -nuevas industrias, nuevos modelos de negocio y nuevas tecnologías- “aportaron más del 18 % del PIB en 2024”. 

Añadió que se revisarán o suspenderán “las políticas que resulten inconsistentes con la dirección general del desarrollo”, en referencia a una mayor coordinación macroeconómica.

Por su parte, el ministro de Ciencia y Tecnología, Yin Hejun, informó de que la inversión nacional en investigación y desarrollo “superó los 3,6 billones de yuanes (505.160 millones de dólares) en 2024, un 48 % más que en 2020”, y anunció la aplicación plena de la iniciativa “IA Plus”, destinada a integrar la inteligencia artificial en los sectores productivos.

Desde 1953, los planes quinquenales sirven de guía para la política económica del país. Aunque en sus orígenes fijaban objetivos concretos de producción y crecimiento, en las últimas décadas se han convertido en marcos estratégicos que reflejan las prioridades del liderazgo chino.

El nuevo plan, que será aprobado de forma definitiva en marzo de 2026 por la Asamblea Popular Nacional (APN, Legislativo), orientará la política económica y social del país durante la segunda mitad de la década.

Más allá de los problemas internacionales, la gran diferencia entre el plan de 2021 a 2025 y el que ahora se prepara es la coyuntura nacional, marcada actualmente por la prolongada crisis inmobiliaria, la debilidad del consumo, el creciente desempleo juvenil, el envejecimiento o la amenaza de la deflación.

Fuente: EFE

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