Liderazgo comunitario y orgullo compartido

La experiencia del Viernes Muy Mexicano nos recuerda que la economía no es un tema de cifras, sino de rostros y familias. Cada comercio activado representa sueños, empleos y generaciones que sostienen al país. Por eso, este programa no es solo económico: es un ejercicio de liderazgo comunitario.

 

La estrategia alineada al Plan México muestra madurez política y empresarial: sumar fuerzas en lugar de competir. Aquí no hubo imposición, sino coordinación entre cámaras, asociaciones, gobiernos y ciudadanos.

 

Los datos son reveladores: casi la mitad de los negocios participantes son establecimientos físicos, lo que confirma la vitalidad de la vida en plazas, mercados y calles. Al mismo tiempo, la incorporación de tiendas digitales refleja la capacidad de innovación y adaptación, enriquecerse es hacer crecer la vida en todas sus formas”. Eso es exactamente lo que está ocurriendo: se está creando un ecosistema donde tradición y modernidad conviven.

 

La participación de artesanas y artesanos en Hidalgo es símbolo de que este movimiento no solo busca ventas, sino rescatar raíces culturales y proyectarlas al futuro.

Así mismo, los negocios familiares enfrentan retos diarios, pero al unirse bajo un mismo estandarte, descubren que su fuerza colectiva los hace imparables.

 

El compromiso es claro: consolidar este circuito de consumo nacional para que, cada último viernes del mes, México se compre a sí mismo. El liderazgo empresarial hoy consiste en inspirar a las familias a decir con orgullo: “Elegimos México”.

 

El Viernes Muy Mexicano nos invita a conquistar nuestro propio destino económico desde lo local, con orgullo, unión y esperanza.

 

FUENTE: Octavio de la Torre de Stéffano
Presidente de Concanaco Servytur

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