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Banco de México revisó al alza sus expectativas de crecimiento de 2025 y 2026

Panorama actual de la economía mexicana
Al cierre de agosto, el Banco de México (Banxico) publicó su segundo informe trimestral de 2025, el cual incorpora su visión respecto a la evolución de los principales indicadores macroeconómicos (PIB, inflación, política monetaria y creación de empleo), así como sus pronósticos para el cierre de 2025 y 2026.


Con relación al ritmo de crecimiento del PIB, en el 2T-25 se observó un mayor dinamismo de las actividades económicas con relación a lo previsto, principalmente en las actividades terciarias y secundarias. Por su parte, durante el 1S-25, la producción industrial se mantuvo con señales mixtas, la minería, generación de servicios y la construcción se contrajeron, mientas que las industrias manufactureras crecieron un marginal 0.1% anual. Por otro lado, la inversión fija continuó con debilidad, en particular, la construcción no residencial y el gasto en maquinaria y equipo (nacional e importado). A su vez, el consumo privado presentó un menor ritmo de crecimiento, pero se mantiene como un pilar clave para la economía.


En cuanto al mercado laboral, la tasa de desempleo se mantuvo en 2.6% (jul-25); sin embargo, se observó un repunte en la tasa de informalidad y un bajo ritmo de crecimiento del empleo. Bajo este contexto, el intervalo de los puestos afiliados al IMSS para 2025 se revisó a la baja, situándose entre 40 y 200 plazas (frente al intervalo de 110 y 290 del informe previo), explicado en mayor medida por la atonía del empleo en los sectores relacionados a las manufacturas y la construcción.


Considerando la coyuntura actual de la economía mexicana, el complejo entorno comercial y la incertidumbre derivada de las políticas arancelarias de EUA, el balance de riesgos para el crecimiento de la actividad económica conserva un sesgo a la baja.


Esto luego de que, el panorama inflacionario actual en México ofrece señales mixtas. En el 2T-25, la inflación general anual en México promedió 4.22% anual, por encima del intervalo de variabilidad de Banxico (+/- 1 punto porcentual alrededor de la meta de 3.0%). Si bien esta cayó en julio a 3.51%, el retroceso estuvo impulsado casi en su totalidad por la inflación no subyacente (menores choques de oferta en el rubro de agropecuarios) mientras que la subyacente, referente clave de la tendencia de mediano plazo de la inflación general se mantuvo por encima del 4.0%.


A pesar de lo anterior, la Junta de Gobierno de Banxico ha mantenido los recortes a la tasa de interés de referencia (recientemente en menor magnitud) y ha sugerido que podría realizar recortes adicionales, bajo la previsión de que la debilidad de la economía generará menores presiones inflacionarias hacia adelante. Esto contrasta con las estimaciones del informe de hoy, pues la institución ajustó al alza su pronóstico de crecimiento económico. Adicional a lo anterior, diversos subgobernadores han subrayado que la tasa real ex ante (4.12% en julio) se ubica aún por encima del intervalo estimado para la tasa neutral (1.8% – 3.6%), lo que permite continuar normalizando la política monetaria. Considerando lo anterior, estimamos que Banxico recortará su tasa de referencia en 25 pb en su reunión de septiembre, para situarla en 7.50%. Para el cierre de 2025, prevemos que la tasa se ubicará en 7.00% y el PIB registrará un crecimiento anual de 0.36% a/a.


Dinámica inflacionaria durante el periodo
En términos anuales, la inflación general promedio en el 2T-25 aumentó a 4.22% desde 3.72% en el trimestre anterior, situándose por encima del intervalo de variabilidad de +/- 1 punto porcentual alrededor de la meta de 3% de Banxico. Este incremento fue impulsado tanto por la inflación subyacente, que se aceleró a 4.08% anual desde 3.65% en el 1T-25, así como por la no subyacente, que aumentó a 4.47% anual desde 3.86% previo. Dentro del primer componente, la inflación de mercancías mostró un repunte significativo (3.66% vs 2.82% previo), aunque se mantuvo por debajo de su promedio prepandemia, mientras que la de servicios no exhibió cambios (4.56% vs 4.56%).


Por su parte, el avance de la inflación no subyacente respondió principalmente al alza en los precios de los agropecuarios (5.31% vs 3.06% previo), que contrarrestó el impulso bajista de la inflación de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno (3.49% desde 3.94%). Hacia adelante, la inflación en México enfrenta diversos riesgos al alza, tales como: 1) la aceleración de la inflación de mercancías; 2) la rigidez en los precios de los servicios; y, 3) la crisis del gusano barrenador.


Revisión al alza en las expectativas de crecimiento del PIB para 2025 y 2026
En el 2T-25 y con cifras desestacionalizadas, el PIB de la economía mexicana creció 0.6% a tasa trimestral (t/t), desde el aumento de 0.3% del 1T-25. En su comparación anual, el PIB se expandió 1.2% respecto al mismo lapso de 2024. Los principales sectores económicos retomaron un modesto dinamismo, tras presentar tres trimestres consecutivos de notoria desaceleración. El mayor impulso provino de las actividades terciarias y secundarias con un crecimiento trimestral de 0.8% y 0.7% respectivamente, pero aún dentro de un contexto de bajo dinamismo. En contraste, las actividades primarias se contrajeron 2.4% t/t, tras el fuerte repunte del trimestre previo.


Con esta evolución, la economía mexicana registró una modesta aceleración en el primer semestre del año, con una expansión del 0.9% anual. Si bien, se observa una mejoría respecto a los trimestres previos, la economía continúa enfrentando relevantes riesgos y ligera fragilidad. Bajo este contexto, el Banco de México revisó al alza sus expectativas de crecimiento de 2025 y 2026. Para 2025, se prevé un crecimiento del PIB de 0.6% anual, frente a 0.1% del informe anterior, estableciendo un intervalo entre 0.1% y 1.1%. Para 2026, se estima una expansión de 1.1% (vs 0.9% previo) con un intervalo del 0.3% y 1.9%.


Bajo esta coyuntura, en agosto y con cifras desestacionalizadas, el Indicador Global de Opinión Empresarial de Confianza, que es el promedio ponderado de los indicadores de los 4 sectores que lo integran, se situó en un nivel de 49.3 puntos (pts) y representó un alza de 0.4 puntos mensuales (m/m). Sin embargo, en su comparación anual, el indicador disminuyó 3.4 pts respecto a agosto de 2024, hilando 16 meses a la baja.


El indicador manufacturero se ubicó en 49.4 pts, sin cambios respecto al mes previo, pero acumuló 6 meses por debajo del umbral de 50 pts. El principal empuje fue en el componente que evalúa la situación económica presente del país. Sin embargo, se observaron descensos en los componentes de la situación económica futura de la empresa y de la inversión. Por su parte, el Indicador Agregado de Tendencia (IAT) fue de 50.1 pts (+1.7 pts m/m) derivado de un mayor optimismo en los pronósticos de la demanda nacional de productos y de las exportaciones.


La construcción se ubicó en 46.2 pts (-0.9 pts m/m), este desempeño fue explicado por las disminuciones en las evaluaciones de la situación económica presente del país y de la empresa, así como del momento adecuado de inversión. A su vez, el IAT de la construcción cayó 1.7 pts m/m, hasta situarse en los 42.4 pts. A su interior se registraron menores expectativas en el valor total de contratos y subcontratos, del personal ocupado y del valor de las obras ejecutadas como contratista principal.


El indicador de comercio (48.5 pts; +1.4 pts m/m) registró avances generalizados, en particular, en los componentes de la situación económica presente y futura del país, y de la inversión. Además, en los IAT (50.3 pts) se observó mayor optimismo en las expectativas de ventas netas e ingresos por consignación y/o comisión, pero con una fuerte caída en las previsiones de inventarios de mercancías.


Los servicios privados no financieros (50.4 pts; +0.3 pts m/m) continuaron con un modesto desempeño, con aumentos en las evaluaciones del momento adecuado de inversión y de la situación económica presente y futura del país. Este desempeño contrastó con los IAT, ante un deterioro en la previsión de ingresos por prestación de servicios, demanda nacional y personal ocupado.


En agosto, la confianza empresarial se mantuvo en terreno de contracción por sexto mes consecutivo; sin embargo, se registró la segunda ganancia mensual en su comparativa mensual, lo que podría representar mayor optimismo entre el consenso de empresarios. Por su parte, la confianza por dominios de actividad se mantuvo con debilidad, principalmente en los rubros de: transportes, correo y almacenamiento (-6.7 pts anual); productos metálicos, maquinaria y equipo (-7.0 pts) y equipos de transporte (-5.6 pts). Hacia adelante, consideramos que los empresarios se mantendrán cautelosos, particularmente por la incertidumbre sobre el comercial mundial.


Al mismo tiempo, en agosto y con cifras desestacionalizadas, el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) se ubicó en 46.7 puntos(pts), lo que significó un aumento de 0.7 pts mensuales (m/m). No obstante, en su comparación anual, el indicador retrocedió 0.7 pts, acumulando ocho meses consecutivos con disminuciones. En el mes reportado, el mayor empuje correspondió a la categoría que mide las posibilidades actuales de compra de los hogares, en particular de bienes duraderos como lavadoras, electrodomésticos, muebles y otros, con un avance de 1.1 pts m/m (33.3 pts). A su vez, los rubros que evalúan la situación económica del país, tanto actual como a 12 meses, mostraron un modesto aumento de 0.6 y 1.0 pts m/m, para alcanzar 41.5 y 48.7 pts, respectivamente. Finalmente, la percepción económica de los hogares tuvo un desempeño mixto, la valoración actual permaneció sin cambios frente al mes previo, mientras que la expectativa a 12 meses se fortaleció levemente.


Por Janneth Quiroz Zamora, Directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil

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