El momento ideal no existe; lo que existe es tu decisión de empezar

La ejecución es el músculo del liderazgo. Es fácil diseñar un plan. Difícil es tener la valentía de ejecutarlo todos los días, incluso cuando no ves resultados inmediatos.

 

Vivimos tiempos donde las ideas sobran, pero la ejecución escasea. Todos hablan de transformación, pero pocos están dispuestos a pagar el precio de actuar con constancia. Y lo digo con claridad: el cambio real no se logra con discursos, se logra con acción disciplinada.

 

En cada rincón del país veo potencial. Veo familias que quieren salir adelante, empresarios, dueños y dueñas de negocios familiares que luchan por sostener empleos, ciudadanos y ciudadanas que anhelan vivir mejor. Pero también veo un tendencia que se repite: muchos se detienen esperando condiciones ideales para actuar. El secreto no está en esperar, está en empezar.

La ejecución es el músculo del liderazgo. Es fácil diseñar un plan. Difícil es tener la valentía de ejecutarlo todos los días, incluso cuando no ves resultados inmediatos. Esa es la gran diferencia entre quien deja huella y los que solo pasaron por el cargo.

 

Hoy, más que nunca, la ejecución es urgente. Las entidades federativas necesitan pasar de las reuniones a los resultados; las empresas, de los diagnósticos a la innovación constante; las familias, del “algún día” al “hoy”. Lo perfecto es enemigo de lo hecho.

 

En mi experiencia como empresario, como papá y académico, he aprendido que no se trata de moverse rápido, sino de moverse con propósito. Porque quien ejecuta, aunque se equivoque, avanza. Y quien solo espera, se queda viendo cómo el mundo cambia sin él.

 

FUENTE: Octavio de la Torre de Stéffano
Presidente de Concanaco Servytur

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