La industria del lujo mundial contiene el aliento a la espera de los aranceles de Trump

El sector del lujo mundial contiene el aliento a la espera de que pasen los 90 días de moratoria “concedidos” por el presidente estadounidense, Donald Trump, para decidir si aplica las subidas arancelarias anunciadas, que en el caso de estas empresas podrían superar el 20 %.


Se trata de un nuevo varapalo para un sector que ya estaba un poco tocado por la desaceleración económica que desde finales de 2023 atraviesa China, uno de los principales compradores de marcas de lujo en el mundo, junto con Japón y EE.UU., mercado este último en el cual la industria del lujo había depositado sus esperanzas de crecimiento.


Según un reciente informe de la empresa de análisis de mercado Bernstein, antes incluso de las amenazas arancelarias de Trump, ya se preveía que la facturación de esta industria caería un 2 % a nivel global este año, frente a estimaciones anteriores que apuntaban a un crecimiento del 5 %, lo que confirma que el deterioro de las expectativas no es de ahora.


Precisamente, el Grupo LVHM que engloba a más de 70 empresas de moda y complementos “premium”, entre ellas la icónica Louis Vuitton y la no menos icónica Tiffany & Co, protagonizó esta semana una fuerte caída en la bolsa de París tras anunciar un recorte del 2 % en sus ventas del primer trimestre del ejercicio.


Sacar brillo a la exclusividad

Una respuesta a estas amenazas podría ser, según los expertos consultados por EFE, seguir reforzando los lazos con la exigente clientela y cuidar aún más la imagen de marca y el relato, la “historia” que se esconde detrás de cada diseño y que lo hace exclusivo, precisamente lo que buscan los llamados ultrarricos.


En este sentido, la directora sénior de Reputación y Liderazgo en la consultora LLYC, Eva Pedrol, ha considerado, en declaraciones a EFE, que las marcas afectadas por el nuevo contexto deberán tejer una sólida estrategia reputacional que proteja el negocio a través de la anticipación al riesgo y la adaptación al cambio y también esté alineada con sus valores de marca y estrategia.


“Las principales marcas del sector del lujo a nivel mundial son muchas de ellas centenarias, con lo que ya han demostrado resiliencia y capacidad de evolución ante nuevas realidades y tendencias”, por lo que “aquellas que tomen decisiones audaces y protejan su razón de ser ante este nuevo escenario global, saldrán reforzadas a la larga”, añade.


Por su parte, la socia responsable de Moda y Lujo de Bain & Company, Claudia D’Arpizio, recuerda que EE.UU. concentró el año pasado en torno al 25 % del mercado global de lujo, lo que significa que los cambios “en el sentimiento de mercado” en este país tienen consecuencias de gran alcance.


Más allá del aumento de los precios, que estos consumidores podrían acoger con una cierta flexibilidad, como han hecho en otras crisis, la demanda se podría ver afectada por la volatilidad del mercado bursátil, el menor crecimiento económico y la renovada presión inflacionaria.


Otro factor clave es la incertidumbre en torno a cuánto tiempo permanecerá abierta esta “ventana arancelaria”, ya que si estas políticas se vuelven permanentes, es posible que las marcas se vean obligadas a replantearse e incluso a invertir en nuevas infraestructuras de fabricación para adaptarse.


Más concentración y exploración de nuevos mercados

Según el analista financiero Gustavo Martínez, de la Universidad Francisco Marroquín, la concentración del mercado del lujo es una tendencia que ya está en marcha, como demuestran operaciones como la reciente compra de la enseña italiana Versace por parte de Prada, y se debe a la competencia y a la necesidad de ganar escala para resistir las crisis.


En cuanto a la posibilidad de que alguna de estas grandes empresas traslade una parte de su producción a EE.UU. para esquivar los aranceles (algo que hizo hace años el Grupo LVMH), este experto considera que, si bien el lujo se asocia al “Made in Italy” o “Made in France”, ciertas líneas pueden adaptarse.


¿Y qué pueden hacer estas empresas para seguir representando el lujo para ultrarricos y ricos aspiracionales ? según Martínez, pueden reforzar su presencia en otros mercados con potencial como el árabe, encabezado sobre todo por Dubai y Abu  Dabi (Emiratos Árabes) o Doha (Qatar).


El elevado poder adquisitivo de la población de estos países, el gusto por el lujo y la menor exposición de sus economías a las tensiones comerciales globales pueden equilibrar la caída de la demanda en otros mercados, añade. 


FUENTE: EFE

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