Tras un año marcado por la contracción del comercio mundial, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) proyecta una recuperación en el comercio de la región en 2024.
Según el informe Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2024: Reconfiguración del comercio mundial y opciones para la recuperación regional, la CEPAL destacó que el comercio exterior a nivel global disminuyó un 1% en 2023, pero anticipa un repunte para América Latina y el Caribe durante el presente año.
La CEPAL espera que el valor de las exportaciones de bienes de la región crezca un 4%, impulsado por un incremento del 5% en volumen, aunque los precios de los bienes exportados se reducirán un 1%. En cuanto a las importaciones, se estima un crecimiento del volumen en un 4%, acompañado de una baja del 2% en precios, lo que resultará en un alza del 2% en su valor.
A pesar de esta perspectiva de crecimiento, la CEPAL advierte que el comercio en la región enfrenta retos significativos debido a las tensiones geopolíticas y al aumento del proteccionismo en algunas economías clave.
“La implementación de políticas de desarrollo productivo, enfocadas en el modelo de clústeres y con una fuerte cooperación público-privada, constituye una estrategia adecuada para fortalecer la posición de la región en las cadenas globales de valor”, afirmó José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL.
Seguridad Alimentaria en la Región
Aunque las proyecciones para el comercio son optimistas, la CEPAL subraya la necesidad de abordar temas críticos como la seguridad alimentaria. Los sucesivos shocks económicos han impactado los avances hacia el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2.1 de la ONU, que busca erradicar el hambre para 2030.
En 2023, el hambre afectó a 41 millones de personas en América Latina y el Caribe, es decir, al 6.2% de la población, lo cual representa un incremento de 4.7 millones respecto a 2019. Además, la inseguridad alimentaria continúa afectando de forma desigual: el 30.3% de las mujeres adultas enfrentaron inseguridad alimentaria moderada o grave, una cifra 5.2 puntos porcentuales mayor que en los hombres.
El comercio internacional puede desempeñar un rol esencial en la seguridad alimentaria de la región, facilitando el acceso a alimentos no disponibles localmente o costosos de producir debido a limitaciones climáticas o tecnológicas. Asimismo, las exportaciones generan ingresos que pueden emplearse para garantizar la compra de alimentos.
FUENTE: CEPAL