Las tasas de interés seguirán bajando

En Estados Unidos, la publicación del informe del Índice de Precios al Consumidor (CPI, por sus siglas en inglés) mostró una desaceleración en la inflación general, situándola en 2.5% anual en agosto, desde 2.9% previo, en línea con la expectativa del mercado. Con este dato, la inflación hiló 5 meses a la baja y alcanzó su menor nivel desde febrero de 2021. En cuanto a la inflación subyacente, esta se ubicó nuevamente en 3.2% a/a, de acuerdo con la previsión del mercado. A tasa mensual (m/m) con cifras desestacionalizadas, los precios aumentaron 0.2% respecto a julio; los precios de alimentos (0.1%) y servicios (0.4%) mostraron una aceleración. En contraste, se registraron disminuciones significativas en el rubro de energía (-0.8%) y mercancías (-0.2%).


La inflación de alimentos se situó en 0.1% m/m en agosto, cifra ligeramente inferior a julio (0.2%); este incremento fue impulsado por el índice de carnes, aves, pescado y huevos (0.8% m/m) y el de productos lácteos y relacionados (0.5% m/m). Por otra parte, el índice de energéticos disminuyó 0.8% m/m, tras no registrar cambios en el mes previo; se registraron caídas en los precios de la gasolina (0.6% m/m), electricidad (0.7% m/m) y gas natural (1.9% m/m). Por otro lado, la inflación subyacente presentó un incremento de 0.3% m/m desde 0.2% previo, impulsado por la aceleración en los precios de los servicios (0.4% m/m). A su interior, destaca el incremento en alojamiento (0.5% m/m) y transporte (0.9% m/m).


Tras más de tres años y medio, la inflación CPI va en camino hacia el objetivo del 2.0% anual (a/a). Los precios de la energía y mercancías, que impulsaron de manera significativa la inflación durante la pandemia, han registrado caídas constantes, lo que ha contribuido al avance hacia la meta de la FED. Sin embargo, consideramos que aún existen algunos retos, principalmente en el componente subyacente; la inflación de servicios se ubica en 4.9% a/a y en los últimos 12 meses solo ha disminuido 0.49 puntos porcentuales, dado los niveles altos en los precios de vivienda (5.2% a/a) y transporte (7.9% a/a), por lo que habrá que seguir de cerca la evolución de estos rubros. En general, el hecho de que la inflación CPI se ubique en 2.5% tras haber registrado 9.1% en junio de 2022, le da la suficiente confianza a la FED para seguir flexibilizando la política monetaria.


Al respecto, en su reunión de septiembre, los miembros del FOMC decidieron reducir en 50 pb el rango objetivo de la tasa de fondos federales a 4.75% – 5.00%, marcando el primer recorte desde marzo de 2020, tras más de un año sin ajustes. Esta medida coincidió con las expectativas del mercado, ya que el 60% de los analistas anticipaban una disminución de esta magnitud, aunque durante varias semanas se consideraba más probable un recorte moderado de 25 pb. El comité señaló que ha adquirido mayor confianza en que la inflación se está moviendo de manera sostenible hacia el 2.0%, y considera que los riesgos para alcanzar sus objetivos de empleo e inflación están aproximadamente equilibrados. Con ello, el diferencial de tasas entre Estados Unidos y México es de 575 puntos base (525 en el mes previo).


Además, en el comunicado, se actualizaron las proyecciones económicas. Para 2024, se ajustó a la baja la perspectiva de crecimiento para el PIB a 2.0% a/a desde 2.1% en la estimación anterior, mientras que para 2025 y 2026 se mantuvo en 2.0%. Por otro lado, la inflación PCE fue revisada a la baja para 2024 y 2025, a 2.3% y 2.1% a/a, manteniéndose sin cambios para 2026 en 2.0%. En cuanto a la tasa de desempleo, para 2024 mostró un ajuste significativo al alza a 4.4% desde 4.0% previo; para 2025 y 2026 se realizó un ajuste de +0.2 puntos porcentuales, a 4.4% y 4.3% respectivamente. Por último, la FED actualizó su dot-plot, en el que se prevén los siguientes recortes: para 2024, 50 pb más; para 2025, 100 pb; y para 2026, 50 pb. Además, la proyección de la tasa a largo plazo se elevó ligeramente a 2.9%, desde la estimación anterior de 2.8%.


El recorte de la FED estaba ampliamente anticipado por el mercado, ya que en julio la inflación PCE se situó en 2.5% anual, mismo nivel registrado en agosto para la inflación CPI, ambas con un avance notable en los últimos meses hacia la meta del 2.0%. Además, el nivel actual de la tasa de interés es considerablemente restrictivo para las condiciones económicas actuales, pues había alcanzado esos niveles para frenar la inflación del 7.11% registrada en julio de 2022. Lo anterior se ha estado reflejando en un enfriamiento del mercado laboral, por lo que la FED, con el objetivo de alcanzar su mandato dual de baja inflación y máximo empleo, decidió comenzar con la flexibilización monetaria y lograr el “aterrizaje suave”. Para el cierre de 2024, los funcionarios de la FED proyectan que la tasa de fondos federales se ubique en 4.4%, lo que implica una reducción de 50 pb en lo que resta del año. Para 2025, la mayoría prevé que la tasa descienda hasta 3.4%, sugiriendo la posibilidad de cuatro recortes adicionales de tasas en el próximo año.


Para el caso de México, en la primera mitad de septiembre, la inflación general fue de 0.09% quincenal (q/q), situándose por debajo de las expectativas del mercado, que estimaba 0.14%. En su comparación anual, los precios presentaron un incremento de 4.66% desde 4.83% previo, desacelerándose por tercera quincena consecutiva. La inflación subyacente se ubicó en 0.21% q/q, moderándose a 3.95% a/a desde 4.01% en el mes anterior; con este registro, se ubica por debajo del 4.0% por segunda vez desde la 2Q de febrero de 2021. Este resultado estuvo explicado principalmente por la desaceleración anual de los precios de los servicios, que se ubicaron en 5.15% desde 5.26%, aunque siguen mostrando rigidez (más de 2 años por encima del 5.0% anual); a tasa quincenal, se situaron en 0.21% (0.10% en agosto). Por su parte, la inflación de mercancías se aceleró significativamente a tasa quincenal, registrando un avance de 0.18% desde -0.01%, aunque en términos anuales mostraron un retroceso a 2.94% desde 2.97% previo. Por otro lado, la inflación no subyacente se ubicó en -0.31% q/q, desde -0.60% previo, desacelerándose a 6.73% a/a frente al 7.27% en la 2Q de agosto; en su comparativa anual, esto supuso la quinta quincena consecutiva de descensos. Esta moderación se da gracias a un retroceso significativo en los agropecuarios (-0.83% q/q) y un avance modesto de los energéticos y tarifas (0.11 q/q).


Respecto a los genéricos que más explicaron el avance quincenal de la inflación general, de acuerdo con su nivel de incidencia sobre el Índice Nacional de Precios al Consumidor, se encuentran: primaria (5.48%), vivienda propia (0.16%), gas doméstico LP (1.16%), loncherías, fondas, torterías y taquerías (0.27%) y universidad (1.04%). En cuanto a los productos que ejercieron mayor presión a la baja, destacan: jitomate (-9.49%), servicios profesionales (-14.79%), naranja (-13.63%), plátanos (-5.20%) y aguacate (-5.98%).


Bajo esta coyuntura, el Banco de México (Banxico) decidió recortar la tasa de referencia en 25 pb, para ubicarla en un nivel de 10.50% en su reunión de septiembre, en línea con el consenso del mercado, ya que +80.0% de los analistas esperaba una disminución de dicha magnitud. La decisión fue adoptada por 4 votos a favor y 1 en contra. El comunicado destacó la volatilidad del peso mexicano, la débil actividad productiva nacional, la desaceleración en la generación de empleo y la disminución de la inflación general. Asimismo, resaltó que la Reserva Federal de EUA recortó en 50 pb su tasa de referencia, luego de mantenerla más de un año sin cambios. A pesar de que Banxico mantuvo el balance de riesgos para la inflación sesgado al alza, consideró que el panorama inflacionario ha mejorado. Con base en lo anterior, el banco central consideró oportuno reducir la tasa de referencia.


En el comunicado, destacó la desaceleración de la inflación general anual a 4.66% en la primera quincena (1Q) de septiembre desde 5.57% en julio, como resultado de la disipación parcial de los choques de oferta que han afectado al componente no subyacente (frutas y verduras y energéticos). Por otro lado, señaló que la inflación subyacente mantuvo su tendencia bajista, situándose en 3.95% en la 1Q de septiembre. Con estos resultados, Banxico ajustó sus pronósticos de precios y estima un descenso en la inflación general para los siguientes 2 trimestres, cerrando el 2024 en 4.3% anual (4.4% en el pronóstico anterior); para 2025 mantuvo sus previsiones sin cambios, estimando la convergencia al 3.0% en el 4T-25. En cuanto a la inflación subyacente, el pronóstico se ajustó a la baja para el 4T-24 y el 1T-25 a 3.8% y 3.5% anual desde 3.9% y 3.6% respectivamente, y prevé que cierre el 2025 en 3.0% anual.


Así, Banxico decidió recortar por segunda vez consecutiva su tasa de interés de referencia. Esperábamos este ajuste por tres razones principales: 1) el avance en el proceso desinflacionario (4.66% a/a en la 1Q de septiembre frente al 5.57% de julio); 2) la débil actividad económica (desaceleración del PIB a 1.0% a/a en el 2T-24 desde 1.8% previo); y 3) el inicio del ciclo de flexibilización monetaria de la Reserva Federal (FED), que recortó en 50 pb el rango objetivo de la tasa de fondos federales por primera vez en más de cuatro años, alterando el diferencial de tasas entre México y EE.UU. (dot-plot sugiere otros dos recortes de 25 pb en lo que resta de 2024). Considerando que es probable que la dinámica anterior se mantenga, y dado el tono del comunicado, estimamos que Banxico recortará nuevamente su tasa de referencia en 25 pb en su reunión de noviembre, al igual que en la de diciembre. Para el cierre del año, esperamos que la tasa objetivo se ubique en 10.00%.

 

 

Por Janneth Quiroz Zamora, Directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil de Grupo Financiero Monex
jquirozz@monex.com.mx

Compartir

Recibe las noticias más relevantes del medio

en tu correo electrónico